Lucho Quequezana: “La música andina es como mi abecedario”
Lucho Quequezana: “La música andina es como mi abecedario”

Cuando tenía 11 años, Lucho Quequezana se mudó junto a su familia a Huancayo. Ahí descubrió su pasión por la música “como jugando”. “En Huancayo no solo descubro una ciudad maravillosa, sino también que todos los chicos tocaban. Para mí ya no era tan distinto como me parecía en Lima, donde no tocaba nadie. En esta ciudad tuve por primera vez una zampoña en las manos”, recuerda. A él nadie le enseñó a tocar. “Creo que la mejor manera de acercarse a un instrumento es verlo como un juguete, como yo lo aprendí”, explica. Por eso, hoy y mañana, presentará el espectáculo interactivo Ludofónico junto a el maestro Fernando Valcárcel, director de la Orquesta Sinfónica Nacional, y la Orquesta Sinfónica Juvenil Bicentenario en el Gran Teatro Nacional.

¿Cómo fue tu primer contacto con un instrumento musical? 

Yo tenía cierto temor en la infancia porque había pasado por una profesora de flauta dulce y nunca me salió nada, me parece que fue porque la profesora no era tan buena. Yo ahí me creé un prejuicio sobre la música, pensé que nunca iba a poder tocar hasta que llegué a Huancayo. El hecho de ver los instrumentos como juguetes me hizo acercarme más.

¿Por qué decides dedicarte a la música instrumental?

Porque es la música que siempre me ha gustado. Lo bacán de esta música es que si tú la escuchas, puedes crear tus propias historias, a diferencia de cuando hay una letra cantada que te conduce a algo. Con la música instrumental tú puedes volar adonde quieras. Es donde más cómodo me siento.

¿Por qué te gusta tanto la música andina? 

Por Huancayo, la música andina es como mi ABC, como mi libro Coquito. Con ella aprendí a tocar. Ahora puedo componer cualquier cosa, sea un funk ácido, u otro tipo de música, pero siempre tendrá ahí un “bichito” andino, porque es mi lenguaje básico. La música andina para mí fue el inicio de todo.

Para ti, ¿se puede vivir de la música? 

Sí, se puede. Todo el mundo dice que es difícil hacerlo en Perú, pero en realidad lo es en cualquier parte del mundo. Creo que a los músicos no nos queda de otra, es decir, uno cuando decide ser músico tiene que ser consciente de que no va a poder imaginar su vida sin la música, sabes que esa va a ser tu vida. Sin embargo, en estas épocas sí creo que es indispensable que los músicos sepan que toda carrera debe estar acompañada de una autogestión. Nadie va a venir a tocarte la puerta.

¿Qué se necesita para ser un músico de verdad? 

El único requisito que debe cumplir un músico es que sea honesto consigo mismo, es decir: “Yo estoy en la música porque no puedo dejar de estar en ella”. El que se mete en la música para ser famoso, no es músico. El verdadero músico nunca va a poder dejar de tocar ni alejarse de eso que es su vida.

¿A qué crees que se deba la poca difusión de nuestra música?

Yo creo que no es que a la gente no le guste, sino que no tiene oportunidad de escucharla. Sí me parece que debería haber muchas más políticas de espacios públicos. Las municipalidades deberían hacer festivales de música. Eso es lo que pasa en muchas ciudades del mundo, sales el domingo y en tu parque tienes un festival donde descubres diferentes propuestas. Es mentira que a la gente no le guste.

¿Cómo nace Ludofónico?

Surgió hace tres años cuando empecé a trabajar con la Orquesta Sinfónica Nacional. Yo siempre he tenido esa política de tratar que la gente se acerque a la música, que la entienda, es un proyecto que he tenido toda mi vida. Yo sentía que había muchos prejuicios frente a varios géneros musicales y uno de los que más tenía era la música clásica, porque la gente dice que no la entiende o que es un poco aburrida, cuando en realidad no la ha escuchado. Lo que hacemos en Ludofónico es resolver contigo todas las dudas que alguna vez has tenido sobre la música.

¿Cómo lo haces?

El concierto es superinteractivo: subo a la gente al escenario o viene el director y te da la batuta. Hay mucha gente que cree que el director solo se para y mueve los brazos, y no es así. Es mostro cuando tú entiendes qué es lo que sucede, cómo funciona una orquesta, cuál es la función de cada instrumento. Más que un show es una experiencia. Siempre he tratado que la gente se conecte con la música, la sienta y pueda entenderla.

DATO

Lucho Quequezana. Músico. En 2002, abrió su propio estudio: Cabina Libre. Actualmente conduce el programa Prueba de sonido por Plus TV. En 2014 fue nominado a los Latin Grammy por su disco “Combi”.

25 instrumentos toca Lucho Quequezana, uno de sus favoritos es el charango.

60 jóvenes y talentosos músicos componen la Orquesta Sinfónica Juvenil Bicentenario.

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