Madonna en el ojo de la tormenta moscovita por "sacrílega"
Madonna en el ojo de la tormenta moscovita por "sacrílega"

Madonna volvió a la polémica en su concierto moscovita pidiendo abiertamente la liberación de las tres integrantes del grupo punk ruso 'Pussy Riot', quienes son juzgadas por cantar en la catedral de Cristo Salvador en contra del presidente ruso Vladimir Putin.

"No quiero ser irrespetuosa ni con la Iglesia ni con el Gobierno, pero esas tres chicas: Masha, Katia y Nadia, ya han pagado por lo que hicieron. Rezo por su libertad. Merecen el derecho a ser libres", dijo Madonna durante su actuación en el pabellón olímpico de la capital rusa, según el diario digital Gazeta.ru.

Luego de recibir la aprobación del público a su petición, la cantante se despojó de sus prendas hasta quedarse en ropa interior, usó una máscara similar a la que usa el grupo punk en sus actuaciones antigubernamentales y luego se dio la vuelta para mostrar el nombre del grupo grabado en su espalda.

Las integrantes de la banda, quienes permanecen en prisión preventiva desde marzo, fueron acusadas por el delito de gamberrismo, motivado por odio religioso y la Fiscalía de Rusia ha pedido tres años de prisión para ellas.

Pussy Riot decidió escenificar su actuación en Cristo Salvador después de que un patriarca ortodoxo pidiera el voto para Putin en vísperas de las elecciones presidenciales de marzo, interpretando una canción en la que pedían "Madre de Dios, echa a Putin".

Las acusadas, en prisión preventiva desde marzo y presas de conciencia para Amnistía Internacional, se declararon hoy inocentes del delito que se les imputa y solicitaron la absolución.

Además de esta causa, Madonna también salió en el concierto en defensa de los homosexuales rusos, a los que las autoridades rusas prohíben celebrar marchas de orgullo gay.

Por ambas razones, organizaciones nacionalistas y ortodoxas radicales han pedido a las autoridades que suspendan los conciertos de Madonna y han convocado varios actos de protesta contra la que consideran una "sacrílega".

Algunos ortodoxos radicales adelantaron que quemarían públicamente una foto de Madonna frente a la sede del concierto como señal del "futuro castigo divino" y "advertencia de los suplicios que le esperan en el más allá".

Incluso Madonna podría ser multada por hacer propaganda homosexual durante su concierto del jueves en San Petersburgo, cuyo Gobierno aprobó este año una ley que prohíbe promover las actitudes y comportamientos de las minorías sexuales.

Madonna ya protagonizó un gran escándalo la primera vez que actuó en tierras rusas en 2006 en el marco de su gira mundial "Confessions", debido a las críticas vertidas por los integristas ortodoxos contra la diva del pop.

El momento en el que la cantante aparecía colgada de una cruz con una corona de espinas en la cabeza es el que más escandalizó a los fieles ortodoxos rusos, que pidieron al patriarca ortodoxo que excomulgara a los organizadores.