Maricarmen Marín no se corre a los retos, esa permanente motivación siempre ha sido una constante en su vida. En plenos ensayos de “Planchando el despecho: Un viaje en el tiempo”, La cantante y actriz está convencida de que tomó la decisión correcta al aceptar ser parte del exitoso musical que vuelve en una segunda temporada.
“Me animo a aceptar ‘Planchando..’ porque fui de espectadora y me encantó. Asistí con el grupo de las mamás del nido de mi hija y la pasamos increíble. Me quedé con esa sensación de que era un espectáculo diferente, distinto, bonito, súper cercano, y además con canciones que normalmente canto en el karaoke, en mi ducha o en la casa”, dice Maricarmen, quien se une a Gianella Neyra, Katia Condos y Almendra Gomelsky para compartir el musical que se estrena este 3 de septiembre en Convexia Expo Center, en Surco.
Integrarse a un grupo para aportar es muy motivador. Para mí, sobre todo fue llegar a un espacio cálido, profesional, en el que me encontré con tres artistas que había visto y escuchado toda mi vida, además mujeres que admiro. Que me reciban tan bonito en esto que habían creado juntas, ha hecho que esté más motivada para incursionar en algo que nunca había hecho, como el teatro musical. Ser socia hace que también pueda conocer un poquito más a fondo sobre el mundo del teatro y de las cosas maravillosas que se pueden hacer en este otro lado del arte.
¿Te sientes el reemplazo de Rebeca Escribens, la anterior integrante del grupo? No, en ningún momento lo he visto así. Lo que sí he sentido es el cariño del público hacia Rebeca y hacia mí, de una forma muy amorosa. Ella ha tenido que poner una pausa a la temporada de este año por decisión propia. Rebeca, Gianella, Katia y Almendra son hermanas, nunca dejarán de serlo.
¿Conversaste con ella? Rebeca me grabó un video lindo en el que me agradeció y me pedía que disfrute mi trabajo. Hay mucho respeto y cariño, creo que es lo más bonito que puede existir entre compañeras artistas. Yo no soy del teatro, ni del teatro musical, mi perfil es distinto, mis trabajos han sido los conciertos, las canciones, las telenovelas, por eso, considero que estar en Planchando es como un regalo.
Estás frente a una valiosa oportunidad que te permite una experiencias nueva en tu carrera. Exacto, una de las cosas que más me entusiasmaron es embarcarme en una aventura nueva, siento que me estoy reinventando. Estoy aprendiendo cosas que siempre las tuve en la lista pero no se había dado la oportunidad.

Definitivamente este año no pudiste regresar a la televisión. Tenía todas las ganas de estar en “Yo Soy”, pero lamentablemente mis horarios no coincidieron, pero ahí me ves mirando el programa que quiero muchísimo. Sabía que ahora en esta nueva vida no puedo llevarme al límite porque tengo una hija y debo darle el tiempo que merece a Micaela.
¿Ser mamá es el mejor proyecto de tu vida? La verdad que el haber tenido a Micaela removió mi mundo hacia lo bueno, lo positivo. Ha sacado cosas que pensaba que no tenía, como la paciencia, por ejemplo. Me veo en ella en muchas cosas, es muy preguntona, chistosa, se parece físicamente a su papá. Definitivamente, tener a Micaela es una motivación muy grande.
Ahora a todo lo que emprendes artísticamente debes incluir a tu hija como prioridad. Intento liberar mi mente un poco de la estructura pasada, porque a mí me encanta trabajar, amo lo que hago. Antes podía hacerlo sin restricción de tiempo, hoy no es que lo haya dejado de hacer, es que hago más porque a eso se suma mi vida de mamá, de la casa, mi vida de la familia, el poder organizar los tiempos de calidad con Micaela.
Y hablando de retos, también te das el tiempo para ser productora. En mi carrera, desde que empecé, siempre he sido mi productora, manager, quien elige las canciones, el vestuario, quien lleva sus contratos. Con el tiempo he ido equivocándome un montón para aprender también un montón. Me parece un sueño, siento todavía que ayer fue mi primer día en un programa de televisión, cuando recién empecé o cuando recién se me dio la oportunidad. No puedo creer que hayan pasado tantos años y yo sigo aquí.
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