Dos décadas al frente de su escuela es un logro que Marina Mora considera como de un constante aprendizaje. Tras concluir su ciclo como candidata en los certámenes de belleza, la ex Miss Perú Mundo decidió profesionalizar una carrera que merece ser manejada con seriedad y conocimiento, y hoy, con más de 25 mil alumnas egresadas y cientos de concursos organizados, siente que su apuesta valió la pena. “La verdad que yo era bastante joven cuando decidí emprender y no sentí miedo, no estaba tan consciente de lo que significaba formar una empresa. Ser mujer empresaria tiene algunas dificultades, pero todo ha resultado bien, aunque a diario es un constante aprendizaje, es estar innovando, invirtiendo, aprendiendo. No dimensioné que a raíz de la escuela iba a tener luego una agencia de modelaje, línea de cosméticos, concursos, y mira, se empezó a desarrollar bien”. dice Mora.
Cumplías una meta y emprendías otra... La idea no solamente era formar mujeres en el campo del modelaje, también, una de las consecuencias de educar a alguien en ese campo del modelaje, era que había que buscarle trabajo. Si solamente estás en Lima, cómo hacemos con las distintas chicas del interior del país, entonces creamos un concurso.
Desde que iniciaste la escuela buscabas profesionalizar el rubro y además darle seriedad a la enseñanza del modelaje. Y se ha logrado, habrá gente informal, pero ya el modelaje está mucho más profesional, más serio. A raíz de que nosotros lanzamos la escuela muchas otras se han abierto, y lo mismo sucede con los concursos de teens, de modelos, hubo otros. Eso me gusta porque inspiramos también a otras personas.
¿Qué elementos debe tener una escuela para que sea seria, de quiénes hay que rodearse?
Principalmente manejarse de una manera seria, como una empresa, tener un buen equipo de profesionales, tanto en la parte administrativa, como en la educativa. Los profesores tienen que ser muy serios, capaces, buenos, nuestras alumnas, tienen que admirar al profesor, y si no cambias con él, te quedas a un costado. Y lo principal es que siempre hay que cuidar a nuestras alumnas, porque lo que hacemos es por ellas y para ellas.
¿La mujer moderna, profesional, empoderada, debe también saber caminar, maquillarse? La mayoría de mujeres que buscan nuestros cursos. lo hacen para complementar su formación profesional, en todo caso. Esas habilidades blandas, a las adolescentes, por ejemplo, las ayudan a ganar autoestima, tener mejor postura que finalmente son herramientas que les van a servir a ellas como seres humanos y también como profesionales. Hay todo tipo de pensamientos, pero yo creo que enseñarle a mujeres de distintas edades, qué tipo de alimentos son los recomendables para tener una buena salud y dictarles el curso de desarrollo de la personalidad, es respetarte, eso te empodera, más bien.
Además de empresaria, debutaste como mamá el año pasado, ¿cómo lo manejas? Yo hablé con mi esposo, y, decidí dedicarme los tres primeros meses para mi niña. Ahora coincide que los primeros meses del año empiezan mis talleres de verano y voy a comenzar a trabajar por ratos. Mi hija va a cumplir cuatro meses y me estoy organizando para darle tiempo a mi hija mayor, Marina Mora escuela, y darle tiempo a mi hija menor Sofía, a mi familia, a mi perrito, en realidad te tienes que organizar, esto es un trabajo que se hace en equipo.
No has olvidado los concursos de belleza, ¿consideras que van evolucionando con el tiempo?
Los concursos siempre van actualizándose y me da gusto, porque no se quedan simplemente en el pasado, pero sobre todo siento que la comunicación con los medios es la que ha mejorado, te ayuda a humanizar más los concursos. Ahora, en el tema de los estereotipos. el tema del sexo, los organizadores ponen sus normas, por eso son concursos de empresas privadas, y quienes compiten deben respetarlas.