Un hombre que dedicó toda su vida a luchar contra al apartheid, que durante los 27 años que pasó entre rejas entabló amistad con su carcelero racista y que una vez en libertad lideró una de las transiciones más pacíficas de África no podía escapar de los focos del celuloide.

Si hasta ahora el cine se había centrado en distintos episodios concretos de la vida de Nelson Mandela, a finales de este 2013, justo a tiempo para los Oscar, está previsto el estreno en Estados Unidos de "Mandela: Long walk to freedom", que aspira a ser el 'biopic' definitivo.

La última estrenada hasta ahora, "Invictus" (2009), protagonizada por Morgan Freeman y dirigida por Clint Eastwood, se fijaba en el periodo de gobierno del que fue el primer presidente negro, y en cómo el rugby ayudó a olvidar el apartheid en pro de la reconciliación.

También Sidney Poitier sabe lo que es estar en la piel de uno de los personajes esenciales del siglo XX, aunque la película que él protagonizó, junto a Michael Caine, fue una producción televisiva.

"Mandela and de Clerk" (1997) está basada fundamentalmente en el proceso de transición a la democracia, con Caine en el papel de Fredrik de Klerk, el último líder blanco de Sudáfrica y responsable de la puesta en libertad de Mandela y de la legalización de su partido, el CNA. (EFE)