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Llenos de ira y cansados de la tiranía del gran duque Sergio Aleksándrovich de Rusia, heredero del Zar Alejandro II, un grupo de revolucionarios trama su muerte.

Yánek Kaliáyev (Fernando Luque), un poeta romántico con hambre de justicia, se alista para asesinarlo, pero en el momento decisivo titubea, acto que es duramente reprobado por Stepán (Renato Rueda), el más radical de todos.

Dora (Andrea Fernández), la más reflexiva del equipo, intenta hacer entrar en razón a Yánek, pero no lo consigue. Boria (Gonzalo Molina), el jefe, trata mantener un clima de convivencia, mientras Alexis (Gabriel González), el más joven y timorato, renuncia al grupo terrorista.

Así empieza la obra Los justos, original del escritor francés Albert Camus, adaptada por Daniel Amaru Silva y dirigida por Rodrigo Chávez en la Alianza Francesa de Miraflores.

CONFLICTO. El montaje se sostiene en dos ejes principales, la justicia y el amor, según señala Chávez en diálogo con este diario. “La obra se focaliza, más allá de la ideología política, en las personas, en los dramas individuales. Vemos cómo esta ideología es una cárcel donde ellos mismos se entrampan; ellos quieren establecer relaciones humanas, pero no pueden por sus decisiones grupales”, argumenta Rodrigo, egresado de la Facultad de Artes Escénicas de la PUCP.

El director refiere que, aunque suene contradictorio, estos cinco personajes, sustraídos de la obra histórica de Camus, “tenían un respeto grande por la vida” y no podían concebir “sacrificar una vida sin sacrificar la propia”.

Chávez, gran admirador de Camus, sostiene que el personaje de Stepán “tiene pensamientos” que guardan analogía con nuestra propia historia, pues es un hombre completamente dominado por su ideología, aunque al final experimentará un giro inesperado.

“Rescatar el amor como la principal motivación hace que se vean los atributos humanos. Los personajes tienen conciencia de que no solo abarca el amor filial, sino el amor por su país, sociedad, pero ven en su acción terrorista la única forma de hacer algo en ese momento”, refiere.

REFLEXIÓN. Subraya que el reto que enfrentó con esta obra fue “no juzgar” a estos revolucionarios rusos, sino mostrarlos como seres humanos que se equivocaron en lo que pensaban era la única solución para derrocar el despotismo que reinaba en su país.

“El principal reto fue no juzgarlos como terroristas, criminales, sino ponernos en sus zapatos. No vamos a estar con la violencia jamás, pero podemos entender sus motivaciones para que esas personas estén ahí. En esta obra hay todo lo opuesto a la apología al terrorismo, aquí se demuestra cómo es que no funcionan estos grupos”, enfatiza Rodrigo, aclarando así los comentarios que la obra ha recibido en las redes sociales.

“Nos critican el hecho de dar una visión romántica y de héroes a los terroristas o que hacemos apología, pero el único ejercicio que hacemos es ponernos en los zapatos de otros, lo cual va a hacer que como sociedad seamos más tolerantes”, concluye.

Temporada

Los justos va hasta el próximo 10 de julio en la Alianza Francesa de Miraflores (Av. Arequipa 4595). Tickets en Tu Entrada.

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