Este domingo 15, Rulli Rendo junto a su orquesta, despide una etapa de su carrera en el Centro de Convenciones Bolívar.
Este domingo 15, Rulli Rendo junto a su orquesta, despide una etapa de su carrera en el Centro de Convenciones Bolívar.

“Yo no me aferro como otros a decir que sigo de moda. No, la gente de 50 años para abajo no me conoce, es duro, pero es verdad”. Rulli Rendo, compositor, cantante, “el rey de los toques”, habla sin pelos en la lengua y afirma una realidad, que a él, no le interesa ocultar. “Algunos de mi generación dirán que los conoce todo el mundo, pero yo no. Y ante este escenario aprovecho para contarte, que este domingo 15 en el Centro de Convenciones Bolívar, en Pueblo Libre, será mi última presentación como Rulli Rendo, conjunto y coros”, dice tajante el músico.

¿Por qué una decisión tan drástica? Vamos, el concepto de orquesta fue la etapa más exitosa de mi carrera artística y que me llevó al extranjero. Pero, ¿qué es lo que ha pasado? De un tiempo a esta parte, precisamente a partir del momento de la aparición de la computadora y todo eso, se empezó a hacer música que está en un USB.

¿El público ya no quiere escucharte como en los buenos tiempos? No pagan, es más barato, lo otro. Yo me hice conocido con un bandón; sobre todo, con la inclusión de un gran coro masculino y femenino, y una tremenda orquesta con trompetas, trombones y todo. Así viajé a México.

¿El concepto que ofreces ya no es rentable? Ya no contratan, me siento incluso hasta ofendido cuando me llaman y me dicen: ¿cuánto nos cuestas Rulli? Yo tengo que amoldarme, les doy una propuesta, con los músicos mínimos y me responden: ¿Tanto, estás loco? Sí, yo consigo hasta por 200 dólares o soles.

Has tomado una decisión muy radical de no hacer más conciertos con orquesta completa, pero ¿si alguien tiene los recursos para convocarte? Ojo, no me retiro de la música, nunca lo haré. He sido cantante criollo, de nueva ola, compositor, arreglista, director de orquesta, he sido productor de muchísima gente, acá y en el extranjero, y profesor en el colegio León Pinelo. Mi vida es la música y siempre habrá un espacio para no dejarla.

“De toque a toque” fue un álbum que cambió tu vida. En la vida me hubiera imaginado que se iba a llamar así y la trascendencia que tuvo. Dejé el país por ese disco, y los que siguieron. Me dieron tanta exposición que me llevaron a México en 1980, país que recorrí y me presenté varias veces en el hoy mítico programa Siempre en Domingo.

Muchos aseguran que si te hubieras quedado en México otro sería tu panorama artístico. Para empezar, yo no estoy arrepentido de haberme quedado en el Perú de ninguna manera. Me siento muy orgulloso de haber sido lo que muchos dicen, un buen hijo porque yo tuve una buena madre. Por atenderla y estar cerca de ella regresé en el momento más alto de la carrera.

No hay obligación ante el amor de una madre. Yo me quise quedar y cuando menos me di cuenta mi mamá murió en el año 2001. Y surgió la justificación de un dicho, de un refrán, no sé cómo llamarlo, que dicen en México, “Santo que no es visto, no es adorado”. Entonces, al no haber estado en el Perú tantos años, la gente ya había encontrado otras figuras en el género que me reemplazaron.

Pero aquí sí lograste un reconocimiento, eres Rulli Rendo. Eso es verdad, yo sí fui profeta en mi tierra, no lo podría negar. Al cabo del tiempo, no me mortifica tampoco que haya otras figuras en la música, me da mucho gusto que las haya, lo que me mortifica es que no se les dé el apoyo, como lo tuve yo.

Parece que siempre el talento local será la última rueda del coche. Cuánta gente hay con talento que no tiene espacio en la televisión. Yo no reclamo por mí, reclamo, por ejemplo, por una Brunella Torpoco, que no la vemos en la televisión haciendo shows. Susan Ochoa, la chica que ganó el festival de Viña del Mar, que injusto que no se le otorgue más exposición No hay programas musicales, los cómicos siguen haciendo la misma estupidez, del bamba y el original. Eso es lo que me duele.