“Eres mi sangre”, el melodrama televisivo de América y Del Barrio Producciones, representa para Sirena Ortiz una oportunidad invalorable para seguir creciendo en su carrera. Para la actriz, encarnar un personaje tan intenso como Gabriela Navarro Mendoza, es un privilegio. “La verdad que es uno de los retos más grandes que he tenido en mi carrera. Es un protagónico, un personaje que maneja muchas emociones. Lo trabajo mucho, siempre está en constante cambio y la verdad que me siento muy bien haciéndolo”, nos dice la actriz que lleva sobre los hombros gran parte de la trama.
Gabriela no es la típica heroína de las telenovelas clásicas, es una joven de temperamento fuerte. Ella tiene un carácter fuerte, se enfrenta a su propia familia porque no está de acuerdo con muchas decisiones que van tomando. La abuela, por ejemplo, el papá, la prima, hacen cosas malas y obviamente ella no los secunda, al contrario, los enfrenta. Trata siempre de solucionar los problemas por lo que está pasando.
¿Hay decisiones que toma Gabriela en la ficción que como Sirena no compartes? Ella es muy justiciera, siempre quiere que todo esté bien, ayuda a los demás, no le veo nada negativo o algo que yo no haría. La verdad que todo es muy positivo en ella y creo que también es un ejemplo. Por eso, muchas jóvenes que siguen la historia se identifican con el personaje.
¿Se te hace fácil soltar esas emociones de la ficción cuando terminas una escena? Puede que en algunas escenas me haya chocado un poco lo que le está sucediendo al personaje, pero siempre trato de evitar eso. En la medida que se pueda, trato de no mezclar las emociones del personaje conmigo porque son muy fuertes. En los diversos talleres que he tomado, me han enseñado siempre cómo separar el personaje conmigo y con mis emociones, es lo que trato de hacer la mayoría de veces.
En “Los otros Concha”, manejaste un personaje en el terreno de la comedia. ¿Prefieres ese género al drama? Me gustan ambos, pero siempre he ido más por el drama, el tono en el que se maneja el drama siempre me ha gustado más que la comedia. Pero la comedia también se disfruta mucho. Me gustan los dos.
Dicen que es más difícil hacer reír que llorar... Yo lo siento así. No es fácil hacer comedia, tienes que tener un buen ritmo, un buen tono, muchas cosas que tiene la comedia yo las sigo trabajando de alguna manera. En Los otros Concha yo disfrutaba mucho mi personaje, desde cómo empezó a terminó lo trabajé muchísimo.
En la comedia, si no tienes la dirección exacta, el guion y el ritmo adecuado, todo puede resultar un desastre. Eso es totalmente cierto, yo como espectadora lo siento así, Veo y digo, todo lo que se ha tenido que preparar para poder hacer escenas de comedia que funcionen en el espectador. No es tan fácil como pareciera.

¿Desde pequeña junto a tu hermana Raysa tenías claro que el arte sería el camino de ambas? En verdad sí, desde muy pequeña, teníamos 8, 9 años y ya estábamos metidas en el mundo de la publicidad, en comerciales, series, telenovelas, hasta que llegó “De vuelta al barrio” que fue lo que nos hizo despegar a lo grande.
No han dejado de trabajar hasta ahora.. Sí, gracias a Dios nos ha ido muy bien, nos sigue yendo muy bien, tenemos trabajo en algo que nos gusta y nos apasiona que es la actuación, nunca pensé en la actuación como una carrera inestable. Yo y mi hermana siempre hemos creído en la actuación, en esta hermosa carrera que disfrutamos.
Y el éxito de la telenovela reafirma que el público no ha dejado la televisión en señal abierta. Lo comprobamos con la telenovela “Eres mi sangre”, la gente sigue consumiendo televisión, sigue consumiendo telenovelas. Mucha gente quiere llegar a su casa, prender la tele y ver una novela sea drama, sea comedia y disfrutarla.
¿La popularidad de un personaje televisivo se siente en las calles, esto es así? Si, por Gabriela la gente se acerca y me aconseja que hable con Alonso, que le diga sobre mi embarazo; viven lo que sucede en la telenovela. Esa reacción del público es una bonita experiencia que nos reafirma, a todos los que participamos en ‘Eres mi sangre’ que estamos haciendo un buen trabajo.