“Siempre tuve el deseo de cantar en el Gran Teatro Nacional de Lima, pero nunca me tocó. Y es que, valgan verdades, siempre me buscan para los festivales grandes, pero te digo una cosa, a mí a esta edad me está gustando más cantar en los teatros”.
Tito Nieves no anda con medias tintas, dice lo que piensa, y desde su casa en Orlando no disimula su expectativa por su recital en el escenario más importante del país el próximo 29 de junio. El cantante está dispuesto a reafirmar su vigencia, y sobre todo su intacto registro vocal que le ha otorgado por mérito propio el apelativo de “El Pavarotti de la Salsa”.
¿Algún secreto, alguna cábala para mantener su espléndido registro vocal? Yo creo que la fórmula que tengo es que llevo una vida muy sana, no tomo, no fumo, tuve mi época, no lo voy a negar, pero llevo 35 años retirado de todo eso. Además, no salgo mucho de casa, son sitios contados a los que voy, y no porque sea artista, sino porque ya lo que tuve que hacer, lo hice cuando era joven, esa es la verdad. Por ejemplo, llevo muchos años haciendo siesta todos los días. Cuando llego a Lima, voy a los restaurantes, voy al centro comercial, pero si me presento, digamos a las 12 de la noche, ya a las 6 de la tarde estoy en la habitación y no salgo hasta la hora de ir al local.
Es definitivamente el respeto que se debe tener al público que lo quiere escuchar en la mejor de las condiciones. Mi voz tiene que estar en condiciones óptimas porque yo pienso mucho en el fanático, en el seguidor que paga su entrada para escuchar a Tito Nieves. Ese fanático, obviamente ese día de la presentación quiere escuchar las canciones más populares de Tito Nieves, espera escuchar los temas exactamente como recuerdan del disco.
Todo esto nos reafirma que es tan importante como el talento, la disciplina en un artista. En toda profesión, no solamente en la de los cantantes, la disciplina es vital, el futbolista, si no se cuida y se mantiene de rumba, como se ha visto se cae, es lo mismo en un médico o un abogado. Uno tiene que pensar que debes proteger tu herramienta de trabajo, lo que te genera ingresos, con lo que mantienes tu casa, ves crecer a mis hijos y apoyar en sus estudios.
¿La música comercializada en plataformas y la ansiedad de algunos cantantes por lanzar temas cada mes, es favorable o no a la industria? Para bien y para mal. Para bien, porque hoy controlamos monetariamente la venta de las canciones de nuestros discos, antes era una casa disquera, nosotros somos dueños, esa es la ventaja. Ahora, la desventaja es que ya no se hacen éxitos como antes. He grabado los últimos ocho años varios álbumes con nuevas canciones y me siguen pidiendo los éxitos, porque eso es legado ya.
Legado es una palabra que indica herencia, tradición y la salsa la tiene, no la vino a rescatar Bad Bunny. Ja, ja, ja, ¿sabes por qué me río? Me río porque cómo revives algo que no está muerto, cómo revives a un Gran Combo, un Willie Rosario, Willie Colón, a un Rubén Blades, la Sonora Ponceña, más de 70 años. Todo lo que se dice es una ridiculez, es más, Bad Bunny no revivió nada, se añadió a la salsa para que su público entre al género, aportó algo pero no revivió, no confundamos las cosas.
Lo que si hay que admitir es que Bad Bunny está llevando a la salsa a la gente que lo seguía en el urbano. Seguro, seguro. Ahora te pregunto, ¿si la salsa estuviera muerta, tú crees que Bad Bunny, la va a alzar? Yo le digo a la gente, siempre lo he dicho, mientras haya colombianos, peruanos, mexicanos, puertorriqueños, venezolanos, para mí la salsa estará viva. Por eso digo, el que ha comentado que la salsa ha muerto, es un loco.
El “loco” fue Sergio George que lo escribió en su libro. Es un comentario que hizo, yo creo que está arrepentido, además el maestro no ha dejado de grabar salsa, lo está haciendo en estos días con diferentes artistas urbanos.
¿Dejando la polémica, en su recital en el Gran Teatro estará su ahijada Daniela Darcourt como invitada sorpresa? Si te digo la sorpresa, ya deja de serlo, lo único real es que el concierto del 29 de junio, lo afirmo, tendrá muchas sorpresas, si van lo sabrán.