Víctor Manuelle también es un músico en reposo, como muchos de sus colegas. La cuarentena lo mantiene expectante en su casa de San Juan de Puerto Rico esperando tiempos mejores. A las pocas semanas del lanzamieno de su tema “Boogaloo Supreme, tuvo que cancelar la promoción por la pandemia generada por el COVID-19.

El cantante vive momentos de espera, como todos. ¿De replantear muchas cosas en nuestras vidas?, le preguntamos. “Así es, de darle el valor a lo cotidiano, de eso que tú y yo estamos haciendo, conversar. Uno se está dando cuenta que hasta lo más sencillo es un privilegio”.

¿Lo que está pasando es una severa llamada de atención?

Te voy a decir una cosa, espero, de verdad, espero, que cuando se resuelva todo, este aparente cambio no sea pasajero. Porque hoy estamos con esto de, ahora un aplauso para los doctores, enfermeros, policías y resaltamos en todo el mundo su sacrificio. Espero que cuando pasen cuatro meses y todo vuelva a la normalidad no se le olvide a todo el mundo la gratitud.

Todos los rubros de la actividad económica se verán perjudicados con el efecto postpandemia, pero uno de los más dañados será la industria del entretenimiento.

Aunque tratemos de educar a la gente a no tener miedo a las multitudes eso será difícil, deberán tener la seguridad de que no se contagiarán. En segundo lugar, cuando por ejemplo, las autoridades digan, a partir de la próxima semana podrán regresar a sus trabajos, con los artistas eso no será así. Los empresarios van a empezar a organizarse para ver cuando pueden hacer un baile o un concierto. Cuando se normalice todo, para quienes están en la industria del espectáculo es para tres o cuatro meses después.

Si los artistas con cierto poder económico la van a pasar mal, imaginemos a aquellos músicos de orquestas, casinos, de plazas, que viven al día...

Es súper fuerte, pero te digo una cosa, nos ha tocado a todos. Esto de privarte de tu libertad por nuestra salud a todos nos pone en el mismo nivel, nos toca a todas las clases. No importa el dinero que tu tengas, te tienes que quedar en tu casa, en estos momentos todos están experimentando lo mismo, no importa la clase social.

La música no se detiene, en los momentos difíciles sirve para aminorar la tristeza. Tu “Boogaloo supreme” invita al baile, ¿Qué te motivo experimentar con este ritmo?

Vengo coqueteando con la idea de hacer un boogaloo hace tiempo, es uno de los ritmos mas contagiosos y que mas pegó en los años sesenta.

Un género musical que ya no se toca, ni se graba...

Muy poco, pero yo no quiero pasar como el defensor y el único que se acordó del boogaloo, probablemente el género no ha tenido la oportunidad de que lo hayan grabado para difundirlo internacionalmente, como si pasó en esos años sesenta. Es un ritmo demasiado contagioso, pegajoso y yo dije por qué no hacerlo otra vez, reflejarlo y ponerlo vigente con una figura que apele a la juventud. Por eso, allí entra la colaboración de Wisin.

La elección de Wisin no es una casualidad, nunca has tenido tontos prejuicios para acercarte a figuras del género urbano...

Lo que estamos en esta industria tenemos que admitir que el género que domina el mundo es el reguetón, es el que está en primer lugar. La juventud de esta generación habla ese idioma, entonces, si quiero seguir vigente como salsero, debo tratar de que ellos entiendan el mío. No podemos ser tan puristas y decir esta es la salsa pura y si no la escuchan así, no se puede. No vamos a tener la conexión con el público joven, no les va a interesar.

Perfil

Víctor Manuelle, cantante

Se le conoce como “El sonero de la juventud” porque domina la improvisación cantada. Trabajó al lado de Gilberto Santa Rosa, Domingo Quiñones, Rey Ruiz, Puerto Rican Power, Eddie Santiago, The Puerto Rican All Stars y Cheo Feliciano.