Arte y gastronomía
Arte y gastronomía

El arte y la gastronomía son dos disciplinas que, hasta hace poco, rara vez dialogaban. La cocina contemporánea tendió sobre la mesa un lenguaje propio y un proceso creativo singular y atrevido; la investigación, el diseño y la tecnología toman un lugar importante.

De pronto, la experiencia de comer trasciende el placer y un plato de comida es más un concepto. Los ingredientes se presentan como adivinanzas que apelan no solo a los sentidos, sino también al intelecto. Cada plato es una exploración que no empieza en la cocina; la conceptualización reúne tantos elementos como puntos de partida.

La propuesta de MIL es un complejo entramado de encuentros, lugares e historias. Es una mañana de teñido con botánicos silvestres a 3700 m.s.n.m., en casa de Ceferina Atau, en la C.C. de Kacllaraccay. Una tarde de recolección de barro rojo a punta de pico en la zona de Ancoto, en Mullakas Misminay. Cosechar variedades de quinua, durante el azulado y frío caer del sol andino, en Moray. Develar nuevas plantas en una caminata descarriada, guiada solo por la curiosidad.

La cocina se convierte en el punto final de colisión, donde los múltiples vértices que la componen se enfrentan, se acomodan y armonizan, dándole sentido a todo. Un mismo objeto puede tener diversas lecturas.

Trabajo en conjunto

De aquí parte el propósito de Mater Iniciativa de reunir a una comunidad de individuos provenientes de distintas disciplinas. Botánicos, historiadores, economistas, antropólogos, cocineros y, recientemente, artistas. Esta nueva área de arte y cultura nos permite observar lo mismo, desde un ángulo y experiencia distinta.

De pronto, los botánicos silvestres que rodean a MIL -y que con tanta precisión han sido catalogados y archivados-, ahora son también fuente de color con la que teñimos madejas de lana. Los diversos tipos de tierra que componen los cerros locales y que se utiliza para la huatia se han mezclado con un poco de agua y dejado secar al sol, convirtiéndose en pasta de arcilla para crear piezas cerámicas. Podemos reconocer en el Cerro Chicón o la flor de Rup’u no solo el paisaje, sino también son plasmados en los textiles, como símbolos iconográficos de la zona.

Los elementos naturales y la geografía alrededor de MIL sirven, a la vez, de inspiración y fuente de recursos materiales para las artistas que vienen investigando junto a Mater.

A través de diversos proyectos en colaboración con diseñadoras, escultoras, ceramistas e historiadoras de arte, se concibe un espacio experimental, a partir del cual continuamos comprendiendo el entorno, social, cultural y natural con el que convivimos, dotando a la vez de mayor sentido e integración del espacio a la propuesta gastronómica.

Después de todo, la comida siempre será un vehículo para contar historias y hay más de una manera de contarlas.

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