Disfrute variada carta de comida norteña frente a la Costa Verde
Disfrute variada carta de comida norteña frente a la Costa Verde

Disfrutar de una excelente vista al mar, en una terraza acogedora mientras se deleita con un festival de platos calientes -a base de pescados y mariscos -, es la propuesta del Restaurante Segundo Muelle de la Costa Verde, que ofrece potajes inspirados en las paradisiacas playas del norte peruano.

Fernando Palomino, chef corporativo del restaurante, cuenta que para crear los exquisitos potajes como el contundente tacu tacu rompemuelle, el humeante sudado mancoreño y el irresistible tacu tacu a la chiclayana -todos ellos preparados con insumos norteños- visitó Piura, Máncora y Chiclayo.

"La idea era rescatar de nuestras raíces platos olvidados. Darle valor a nuestra comida típica, respetando los insumos que utiliza la receta original", menciona.

Tacu tacu a la chiclayana. Palomino recuerda que este plato nació del típico seco norteño. "Quisimos hacer lo mismo pero en un tacu tacu", revela. Y sin duda lo consiguió. El aroma que desprende este plato nos transporta de inmediato a la Ciudad de la Amistad, Chiclayo.

Ante nuestros ojos se muestra un exquisito arroz envuelto con pallares y frejoles. Va acompañado de un pez espada a la parrilla en seco de mariscos con salsa criolla.

Luego de probarlo y deleitarnos con su sabor, preguntamos ¿cuál es el secreto? "El aderezo", confiesa el experto. "Su aderezo lleva zapallo loche (insumo oriundo de Chiclayo), ajo, cebolla, ají mirasol y chicha de jora. En esta salsa de ajíes mezclamos el arroz y lo flameamos con cerveza", detalla orgulloso.

Sudado mancoreño. Continuando con el recorrido, el siguiente potaje nos traslada a Máncora. Según su creador, este humeante platillo -elaborado a base de filete de corvina- es tal cual lo hacen en el norte.

"A diferencia del sudado limeño, en este plato el pescado es marinado en chicha de jora. Colocamos ají escabeche y lo perfumamos con ají limo", indica.

Por otro lado, pone a hervir la yuca con la cabeza de la corvina hasta que agarre punto para luego verter al burbujeante concentrado un poco de zapallo, chicha de jora, cerveza y perfumarlo con culantro y tomate fresco. El resultado, un espectacular sudado acompañado de majado de yuca y chifles al mismo estilo norteño.

Tacu tacu Rompemuelle. Como era de suponerse, la especialidad de la casa no podía ser menos sabrosa. Este tacu tacu nos sorprendió porque estaba relleno con plátano dulce y queso. "La idea era que tenga una textura dulce por el plátano y media ligosa por el queso", precisa Palomino.

Por fuera una textura tostada -característica de un buen tacu tacu- acompañado con tentáculos de pulpo a la parrilla y una jugosa salsita de ají amarillo.

Complementos infaltables. Para que la experiencia sea completa, pruebe las bebidas refrescantes que Segundo Muelle ofrece como el maracumanto, el aguaymara sour o el chilcano del Muelle. Si es amante de los dulces, no se puede ir sin disfrutar del Crocante de lúcuma, la tradición limeña -postre que reúne al arroz con leche con el arroz zambito y la mazamorra morada- o deleitarse con una Crema volteada.

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