El local de parrillas más importante de la región cumplió el pasado 4 de marzo 20 años deleitando el paladar de miles de personas, tanto locales como extranjeros. Y esto se ve reflejado en su puesto 4 en la lista de los Mejores Restaurantes de Latinoamérica y en el 34 que ocupa en la lista mundial. Esta famosa esquina de Palermo (Buenos Aires), debe su nombre a un amigo de la familia Rivero, dueños del espacio y creadores de Don Julio.

Lo que comenzó como una simple parrilla de barrio es hoy un lugar de culto para los apasionados de la carne, producto estrella en Argentina y con miles de fanáticos en el mundo. No importa la hora en que pase por el local, siempre hay gente haciendo cola o esperando para conseguir una mesa.

CUÁL ES EL SECRETO

En Don Julio la trazabilidad de la carne está asegurada, a parte de la sustentabilidad del producto porque en su cocina se utiliza todo. Y cuando decimos todo nos referimos a que al mes llegan diez toneladas de carne donde la grasa que cubre el lomo se utiliza para preparar el pan de masa madre, con las cabezas del mismo corte se preparan empanadas, de masa crujiente y relleno jugoso. También se elaboran en casa chorizos, salames y muchas cosas más.

El propietario Pablo Jesus Rivero afirma que todo se debe a la calidad del producto y a la frescura con la que se le utiliza. Rivero creció alrededor de los fogones de Don Julio, junto a Pepe Sotelo, a quien él llama el alma de la parrilla, y es el encargado de poner los cortes de carne al fuego hasta el día de hoy. Junto a él es que Rivero aprendió a ser empresario, sommelier y experto en carne argentina.

Las vacas se eligen diariamente en el Mercado de San Esteban, bajo un estricto control de procedencia, pasan por el matadero y luego al frigorífico, un espacio que trabaja con ellos desde hace muchos años. Las mollejas van directo al restaurante, mientras más frescas mejor, y eso asegura su gran sabor (es uno de los platos más famosos del lugar.

A pocos metros del restaurante hay una planta donde se trabajan los cortes de carne y se elaboran los embutidos y varios productos adicionales, faena que realiza Guido Tassi desde

hace unos años y que ha dado un valor agregado al local que se refleja en los logros obtenidoslos últimos tiempos.

En Don Julio todo es de la mejor calidad y eso lo sabe el público asistente y lo valora. A esohay que sumarle el perfecto servicio de sala y el trabajo inmaculado de Pablo Rivero en sommelieria donde se pueden encontrar las mejores etiquetas de vinos argentinos y más. Como bien dice Rivero “Lo que realmente nos gusta en Don Julio es hacer feliz a la gente” y eso se siente desde que uno ve a lo lejos l esquina de Guatemala y Gurruchaga abarrotada. Felices 20 años Don Julio, que vengan muchos mas!