Con una visión vanguardista y el firme propósito de llevar la gastronomía china a un nuevo nivel en Lima, Song es un espacio donde la tradición se vive desde el primer momento. El restaurante trae a la mesa peruana los sabores intensos de Sichuan, complementando la carta con comida cantonesa y la fusión peruana. Un espacio donde se rinde homenaje a la cultura milenaria de China.
Es por ello que Correo conversó con Steve Morales, gerente general de Song, quien nos cuenta que apostó por una propuesta que explora la riqueza de la gastronomía china desde un ángulo auténtico y alejado de las modas pasajeras. “Song surge como respuesta a esa curiosidad del comensal limeño, con la misión de mostrar una cocina regional china respetuosa y refinada. Song es experiencia de respeto y elegancia hacia la gastronomía china”, enfatiza.
¿A qué llamamos una experiencia integral en los restaurantes?
El reto no es solo servir comida de calidad, sino crear experiencias memorables que conecten emocionalmente con cada persona que cruza la puerta. En Song, la vajilla es traída de China, la música, los aromas y la atención detallada están diseñados para transportar al comensal fuera de Lima, a un universo donde cada sentido importa.
¿Cómo fue el proceso de desarrollo de la carta y qué significa trabajar con chefs especialistas?
Contamos con dos maestros excepcionales: Peng Zhan, especialista en comida de Sichuan y uno de los diez grandes chefs de China; y Félix Loo, referente de la cocina cantonesa en Perú. Cada plato nace de la técnica, la investigación y la pasión.
¿Cuál es el plato que mejor representa el espíritu de SONG?
El Pato Pekín es nuestro plato emblema. Más que un plato, es una experiencia. Queremos que cada bocado sea un puente hacia la tradición, interpretado con garbo y adaptado al paladar limeño. Antes de llegar a la mesa, cada propuesta pasa por un proceso riguroso de prueba y validación.
¿Cómo describirías al público que busca SONG?
Song está dirigido a todo aquel que valora lo bien hecho. Desde miembros de la comunidad china celebrando ocasiones especiales, hasta curiosos limeños o extranjeros que desean ir más allá de lo conocido.
¿Cuál es su filosofía como gestor gastronómico?
Creo en el respeto, la honestidad y el compromiso con la calidad. La excelencia no es negociable. El liderazgo no se basa solo en planillas o balances, sino en inspirar al equipo, en estar presente en cada detalle y en construir un entorno donde el servicio trascienda la mesa y se convierta en un recuerdo imborrable.

¿Qué aprendizajes de otras marcas como Casa Tambo aplicó en Song?
Reconocer que el cliente valora lo auténtico, lo bien ejecutado y lo emocional. Ese aprendizaje está en cada rincón de Song.
La cocina chino-peruana ha tenido gran acogida. ¿Cómo ve su futuro?
La cocina chino-peruana está lista para dar un siguiente paso. Más allá de lo popular, creemos que hay un universo por explorar. Si se aborda con respeto y profundidad, puede conquistar espacios de alta gastronomía dentro y fuera del Perú.
¿Cuáles son los planes o proyectos para Song?
Queremos que se convierta en un clásico moderno. Un espacio donde la tradición china se encuentre con la elegancia contemporánea, donde cada plato tenga alma y deje una huella en el corazón.