Baron Wolman, que fue el primer fotógrafo de plantilla de la mítica revista Rolling Stone y que reflejó la cultura del rock con instantáneas de Jimi Hendrix o Grace Slick, murió este lunes a los 83 años tras una larga batalla contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), confirmó este miércoles el medio local NPR.
Wolman comenzó a trabajar como fotoperiodista en San Francisco en los años 60, poco antes de cumplir 30 años y después de pasar tiempo en Berlín, donde cubrió cómo se levantaba el Muro de Berlín.
Amante de la música, se convirtió en el primer fotógrafo de Rolling Stone en 1967 hasta que dejó la revista en 1970, tres años en los que fue el autor de prácticamente todas las fotos de la publicación. Inicialmente, Wolman trabajó de manera gratuita a cambio de conservar los derechos de autor de sus fotografías, algo que a la larga le benefició.
Jann Wenner, el fundador de Rolling Stone, describió al fotógrafo en la introducción de su autobiografía como uno de los “héroes no reconocidos” de la primera etapa de la publicación, porque ayudó al “estilo visual de la revista y sentó las bases para sus sucesores”.
Wolman era conocido por la sinceridad de sus fotografías, que reflejaban el espíritu de la persona retratada sin necesidad de posar para la instantánea. Los expertos consideran que capturó algunas de las imágenes más intensas de Hendrix sobre el escenario, en especial las de sus conciertos en el Filmore West en 1968 y en el festival de Woodstock.
La memoria colectiva de ese icónico festival, de hecho, se deriva de las imágenes de Wolman, ya que tomó instantáneas de todo lo que veía, desde conciertos, hasta lo que sucedía detrás de los escenarios o de la marea de personas que acudieron al evento.