Belisa Sighuas nunca se ha tomado demasiado en serio eso del modelaje. Ella lo ve como un trabajo más, una forma de ganar dinero y así poder continuar con sus estudios. La belleza no se le sube a la cabeza. Es más, se puede decir que la chica tiene los pies en la tierra. Sin embargo, no es que el trabajo de modelo le desagrade, ¿quién dijo que no se podía mezclar negocios con placer? "Siempre me ha gustado hacer fotografías. Además, el modelaje te mantiene físicamente bien", dice la joven de 25 años.

Y ahora viene una revelación: Belisa es una chica cohibida. "Yo soy muy tímida, pero para estas cosas no siento vergüenza", confiesa. Quizá esté en sus genes la razón de su desinhibición, pues nos cuenta que su padre fue profesor de teatro y, después de todo, modelar es casi como actuar. "Me siento otra persona, una chica totalmente diferente", manifiesta. De pronto, toda su osadía sale a relucir: "Tal vez hay que ser un poco atrevida, creo que otras chicas no se lanzarían. No hay que tener miedo al qué dirán, solo saber quién eres y que una foto no hará que seas una chica fácil. A mí no me parece malo mostrar el cuerpo, aunque depende cómo se muestre, que no se vea vulgar".

Espíritu rebelde

Belisa vive sola desde los 19 años. "Siempre he sido muy independiente, nunca me ha gustado vivir con nadie", afirma. Obviamente, también le gustan los hombres que viven sin depender de otras personas. Pero ese es solo el primer requisito. "Él tiene que ser aventurero y gustarle las motos tanto como a mí. Además, no ha de tener prejuicios para poder estar con una chica como yo", sostiene. ¿Cómo es una chica como ella? Bueno, una muchacha de acción, que se desestresa y recarga de energías haciendo ejercicios. Asimismo, una amante de la música y del rock and roll. "No me gustan las discotecas, prefiero bailar frente al espejo y de ahí salir a tomar una cerveza escuchando rock". Fotos: Christian Salazar

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