Las cocinas del futuro ya no se conciben únicamente como espacios funcionales. En 2025, el diseño de interiores ha transformado este ambiente tradicional en un centro sensorial, interactivo y sostenible dentro del hogar. Así lo afirma la arquitecta y embajadora de Electrolux, Claudia Weis, quien participa por quinta vez en la reconocida muestra Casacor.
“Hoy las cocinas deben ser osadas, acogedoras y funcionales. Esa es la trilogía que todos buscan”, explica la directora de Weis Coello Arquitectos. La experta señala que, tras la pandemia, las personas se han involucrado más en el rediseño de sus espacios, y la cocina ha ganado protagonismo como un lugar de encuentro social, creatividad y bienestar.

En ese contexto, Weis destaca cuatro tendencias clave que marcarán el diseño de cocinas este año:
- Cocinas modulares y multifuncionales: Ideales para espacios reducidos, se adaptan a distintos estilos de vida, maximizando cada metro cuadrado sin sacrificar estilo ni comodidad.
- Cocinas sensoriales: Ambientes que despiertan los cinco sentidos gracias a texturas envolventes, iluminación regulable y una combinación equilibrada de tecnología y calidez.
- Superficies inteligentes: Materiales antibacteriales, resistentes a manchas y capaces de cargar dispositivos de forma inalámbrica, integrando funcionalidad con higiene y modernidad.
- Wellness Kitchen: Cocinas diseñadas para el bienestar integral, que promueven una alimentación saludable y reducen el desperdicio de alimentos, alineándose con valores sostenibles.

¿Qué considerar antes de renovar tu cocina?
Weis recomienda empezar por identificar los “puntos de dolor” del espacio, es decir, aquellos aspectos que dificultan su uso o generan desagrado. “Puede tratarse del almacenaje, la iluminación, la distribución o la antigüedad de los equipos. Detectarlo permite priorizar y planificar una renovación efectiva”, precisa.
Dato adicional: La propuesta de Claudia Weis para Casacor 2025, titulada “Nido Abierto”, puede visitarse hasta el 13 de julio en el Puericultorio Pérez Araníbar. En este espacio íntimo, inspirado en el vínculo madre-hijo, la cocina ocupa un rol central como símbolo de protección, nutrición y conexión emocional.