Muchas veces la naturaleza llama a las personas y estas se van a vivir al campo, alejadas del llamado estrés de la ciudad. Sin embargo Werner Freund ha llevado este estilo de vida aún más allá.

Y es que este alemán de 79 años vive en un bosque rodeado de lobos que lo han hecho parte de su grupo y lo tratan con el respeto que tendrían por uno más de la jauria.

Esto se debe a que desde hace 40 años Freund no solo vive con estos animales si no que vive cómo estos, en todo el sentido de la palabra, al punto que los lobos lo han aceptado como el macho alfa.

Actualmente el santuario de Wolfspark ubicado en Merzig está ubicado por seis diferentes tipos de lobos, incluyendo al de siberia, que es uno de los más peligrosos.

Freund comparte todo con ellos, los juegos, las siestas y, aunque no lo crea, hasta la alimentación. El anciano comparte la comida de los lobos, es decir animales recién cazados.