Curiosity, la nueva era de exploración a Marte
Curiosity, la nueva era de exploración a Marte

"¡Nos posamos en Marte! ¡Oh, Dios mío!". Después de años de duro trabajo y siete minutos de terror, los trabajadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, lloraron de alegría.

"Llegada confirmada", dijo un miembro de la misión de control en el JPL, mientras la sala estallaba en aplausos luego de que Curiosity, un vehículo robótico no tripulado de 2500 millones de dólares, se posara en la superficie del planeta rojo, abriendo así nuevos caminos en la búsqueda de indicios de vida extraterrestre.

Apenas unos minutos antes, en una pequeña y repleta sala de control, los especialistas de la misión esperaban, en angustia-do silencio, que las imágenes en las pantallas confirmaran la llegada de Curiosity.

La NASA había denominado "Siete minutos de terror" a la sofisticada operación que precedió al momento mismo en que el vehículo robótico ("rover") tocó suelo marciano.

En misiones de este tipo, el miedo a un fracaso es habitual, sobre todo si se toma en cuenta que menos de la mitad de los intentos realizados por agencias espaciales mundiales desde 1960 para llegar a Marte han tenido éxito. Pero en la NASA el temor iba más allá: los cortes en su presupuesto han obligado a la agencia estadounidense a retirarse de la próxima misión a Marte, programada para el 2018, por lo que el Curiosity era la última oportunidad de explorar la superficie marciana para Estados Unidos -y quizás para el mundo- por los próximos cinco años.

Por eso, cuando el robot envió imágenes de la superficie de Marte, el planeta más cercano a la Tierra, la NASA pudo celebrar el inicio de una nueva era en la exploración interplanetaria.

El presidente estadounidense Barack Obama describió el "amartizaje" como "una hazaña sin precedentes de la tecnología, que se convertirá en un motivo de orgullo nacional en el futuro".

Y Charles Bolden, el administrador de la NASA, aplaudió a todas las otras naciones, como Francia y Australia, cuyos científicos contribuyeron a los experimentos a bordo del "rover", denominado Laboratorio Científico de Marte (MSL, por su sigla en inglés).

"Es un gran día para la nación, es un gran día para todos nuestros socios que participaron en Curiosity y es un gran día para el pueblo estadounidense", dijo Bolden, quien mencionó que nunca antes se había enviado un robot tan grande y sofisticado a otro planeta.

El objetivo. El vehículo robótico no tripulado Mars Science Laboratory (MSL), conocido como Curiosity, fue lanzado el 26 de noviembre del 2011 en un cohete Atlas V 541 desde Cabo Cañaveral, en el estado de Florida. En sus ocho meses y medio de vuelo recorrió casi 570 millones de kilómetros y recogió datos sobre la radiación.

Ahora la tarea del Curiosity es colosal: en un periodo promedio de dos años deberá descubrir si el ambiente marciano habría sido propicio para la vida y preparar una futura misión tripulada. Y es que cabe recordar que el presidente Barack Obama se ha comprometido a enviar seres humanos al planeta rojo para el año 2030.

Agua en Marte. Cabe mencionar que los científicos han descubierto señales de agua en Marte, lo que indicaría que alguna forma de vida microbiana podría haberse desarrollado en el pasado en ese planeta, que actualmente dispone de una delgada atmósfera, con inviernos extremos y tormentas de polvo.

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