Dan Berlin: “Mi desafío más grande fue pedir ayuda a los demás”
Dan Berlin: “Mi desafío más grande fue pedir ayuda a los demás”

Llegar a Machu Picchu por el Camino Inca es toda una aventura a los 2700 y 4200 msnm. El reto físico es aún mayor cuando se tiene el desafío de completar el recorrido en un día y si, como Dan Berlin, se carece de la visión. Este atleta estadounidense de 45 años ha convertido su discapacidad visual en una oportunidad para plantearse retos deportivos junto al equipo “See Possibilities”, quienes fueron sus ojos en esta y otras hazañas anteriores. Una vez en Lima, con motivo del Día Nacional de las Personas con Discapacidad, Berlin y su equipo fueron invitados por  y  a un encuentro con los alumnos del colegio Luis Braille de Comas, uno de los 15 centros especializados en la atención a personas con discapacidad visual a nivel nacional.

¿Por qué escogió Machu Picchu para emprender este reto? 

Hay muchas razones para escoger el Perú, la primera es su belleza y la segunda su historia. El Camino del Inca es uno de los desafíos montañeros más difíciles por lo intrincado de la vía y la altitud, realmente quería experimentar eso.

¿Cuál fue su estrategia? 

Hicimos tantos planes como pudimos, pero realmente desarrollamos nuestra estrategia una vez que llegamos al camino y vimos cómo sería. Tuvimos un excelente guía que había hecho el recorrido más de 215 veces, así que hubo varias facilidades.

Perdió la vista de adulto, ¿cómo fue ese proceso? 

Fue muy difícil, por un tiempo estuve muy deprimido, sintiendo pena por mí mismo y después comprendí que solo tenemos una oportunidad de vivir en este mundo. Así que dejé la compañía en la que trabajaba. Me mudé de Nueva York a Colorado y allí abrí una organización por mis propios medios. Tres años después, empecé a participar en las carreras de resistencia. Fue allí que me di cuenta de que podía trabajar en mis habilidades y no enfocarme solo en las discapacidades.

¿Antes de perder la visión practicaba algún deporte? 

Fútbol americano, en la secundaria, y running, eventualmente.

¿Qué fue lo más duro de perder la vista? 

Mi desafío más grande, cuando perdí la habilidad de ver, fue pedir ayuda a los demás, manteniendo el sentido de independencia y la dignidad. Se requiere de mucho coraje para aceptar que necesitas ayuda. Debes entender que es posible dar y recibir ayuda sin perder la independencia. Un ejemplo de esto es que yo soñé con poder hacer el Inca Trail y me di cuenta que no podía conseguirlo por mí mismo. Así que en vez de cambiar el sueño, cambiamos la acción que se necesitaba para concretarlo. Nos reunimos con el equipo “See Posibilities” y pudimos alcanzarlo.

¿Cómo ha cambiado ahora su relación con sus colegas? 

Es difícil al inicio, pero es cuando el equipo entra a tallar. Todos reconocemos las fortalezas de los demás y trabajamos con ellas como un grupo. Toma un tiempo construir esa comunicación y ese nivel de confianza, pero mucho de eso viene del hecho de reconocer las fortalezas de todos.

¿Existe alguna diferencia cuando se planifica una expedición con una persona invidente? 

Sí y no. Creo que no en el sentido de que todos pueden experimentar la belleza de la naturaleza y la emoción física que se siente. Creo que eso es universal. Todos, vean o no, pueden experimentar un gran sentido de realización y disfrute de estar en un ambiente así. Por otro lado, es distinto ya que al no poder ver, experimento el camino de una manera distinta. Siento la tierra bajo mis pies, el olor del suelo, la sensación de los bosques, el musgo y la humedad en mi piel. El viaje se vuelve muy sensorial.

¿Qué elemento le llamó más la atención en este viaje? 

La energía de la tierra cuando íbamos de un terreno a otro. De la roca más dura a la grava más suave. Esa conexión con la tierra fue más fuerte en este camino que en otros.

¿Cuál es su siguiente reto? 

Mi logro número uno es tener un siguiente desafío. Definitivamente tendré nuevos retos. Me gustaría regresar al Perú y hacer el camino completo. Esta vez lo haría despacio y con mi familia, mi esposa y mis hijos.

¿Qué le pareció la reunión con los alumnos del colegio Luis Braille? 

Fue mi parte favorita de todo el viaje. Estos chicos son el futuro, uno de estos niños puede hacer algo muy significativo en los próximos 20 años. Hay que empoderarlos para que se reconozcan y debemos tomar acciones para lograrlo.

DAN BERLIN

ATLETA

Nació en Pennsylvania. Fue diagnosticado de distrofia ocular a los 7 años y a los 30 quedó ciego. Se convirtió en maratonista y ha completado dos triatlones y diversos retos deportivos.

DATO

- 40 kilómetros comprende el Camino del Inca, la ruta peatonal más famosa de América.

- 14 de octubre fue la fecha escogida para emprender el reto.

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