El príncipe Harry no tuvo problemas para invitar a dos de sus exnovias a su matrimonio con Meghan Markle, ahora la actual Duquesa de Sussex, pero según algunos Vanity Fair, para una de ellas fue bastante difícil asistir a la boda real.
La empresaria Chelsy Davy de 32 años exnovia del príncipe Harry, lo llamó después de enterarse que no estaba invitada a la fiesta del matrimonio en la hacienda de Frogmore.
(*Foto: Chelsy Davy en la boda real entre Harry y Meghan)
“Era la llamada final, la llamada que ambos reconocieron que Harry estaba siguiendo adelante”, comentó un miembro de la familia a Vanity Fair.
“Chelsy estaba muy afectada por la boda, no dejaba de llorar y por poco no fue a la boda”, explicó la fuente. “Al final, ella fue a la boda y le prometió a Harry que no trataría de colarse en su fiesta”, añadió.
Durante la boda, Chelsy Davy fue el foco de atención y motivo de análisis para muchos expertos en el lenguaje facial, esto se debe a las fotos de su rostro desencajado y los ojos notablemente rojos.
Algunos especialistas afirman que sus expresiones denotan pena y fastidio, algo que la joven ha tratado de ocultar durante toda la ceremonia, se precisa en el Mail Online UK.
Cabe destacar que Harry y Chelsea estuvieron juntos desde el 2003 hasta el 2010. Ambos se conocieron en Ciudad del Cabo y según comenta la empresaria, su separación se debió a la presión de los medios de comunicación sobre la pareja.