Françoise Barré-Sinoussi: "Es realista pensar en la vacuna contra el VIH"
Françoise Barré-Sinoussi: "Es realista pensar en la vacuna contra el VIH"

En 1983, la viróloga francesa Françoise Barré-Sinoussi realizó uno de los hallazgos más importantes del siglo XX: logró aislar el virus del VIH, que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). En 2008 recibió el Premio Nobel de Medicina.

A usted, que descubrió el VIH, ¿qué sentimientos le genera saber que a la fecha no se ha desarrollado una cura?

Es verdad que no hay cura, pero existe un tratamiento que permite a los pacientes vivir con el VIH. Los investigadores han hecho un trabajo extraordinario. Aunque puede parecer mucho tiempo, en el campo de la investigación 30 años no es nada. Confío en que la cura va a llegar.

Es innegable que se han conseguido avances, pero muchos creen que es tan simple como decir que existe o no existe una cura...

No me parece que sea así. Yo converso con los pacientes, están muy agradecidos de poder vivir. Por supuesto que esperan nuevas estrategias terapéuticas, pero ellos son más conscientes sobre el tiempo que se necesita para la investigación, porque conocen la complejidad del virus.

La prevención es parte del discurso, pero parece no ser suficiente, ¿qué está fallando?

Lo primero es luchar contra la estigmatización y la discriminación. Mientras sigan esas actitudes hacia las personas afectadas por el VIH, va a costar mucho tener un efecto más importante en la prevención y acceso a tratamientos. Cuando les pregunto a mis pacientes por qué es tan importante para ellos tener una cura, lo que me dicen es, primero, porque ya no serían discriminados, y segundo, porque ya no tendrían miedo de infectar a los demás.

Existen muchos prejuicios alrededor de la enfermedad, ¿cómo eliminarlos?

Con educación. El respeto a las personas y a los derechos humanos son valores que deben aprenderse en la familia y en los colegios. A menudo también hay una influencia de las religiones. Yo soy católica y para mí respetar a todos -sea cual sea su orientación sexual, su modo de vida o su comportamiento- es parte de la tolerancia.

En 2009 le escribió a Benedicto XVI, quien se había pronunciado en contra del preservativo como método de prevención, ¿acaso la religión es uno de los retos a superar?

Puede ser un componente importante, pero no es el único. El Papa dio unas declaraciones inadmisibles, sobre todo para países como Camerún, donde la religión es importante. Su afirmación sobre la no eficacia del preservativo ocasionó una catástrofe, porque destruyó en segundos el trabajo que médicos y religiosos habían realizado durante decenas de años en ese país.

¿Cómo reaccionaron aquellos religiosos?

Yo me reuní con ellos y le puedo afirmar que son mucho más abiertos que el mismo Pontífice, porque ven la realidad del país. Por eso reaccioné y le pedí que corrigiera su declaración. Yo estaba dispuesta a enviarle la evidencia científica, por si no la conocía, pero nunca me respondió.

En estos días, ¿la solución al VIH/sida debe esperarse más en forma de tratamiento o de vacuna?

Tenemos datos y resultados que nos permiten creer que una vacuna es algo realista. Tal vez no un tratamiento que cure el sida, pero sí uno para que los pacientes puedan controlar perfectamente el virus del VIH. Es decir, serían todavía portadores, pero ya no lo transmitirían. Esto es posible. Los científicos estamos trabajando en ello.

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