El austriaco Josef Köberl, de 42 años, superó este sábado en Viena el récord mundial de estar parado dentro de una cabina llena de cubos de hielo, tras soportar 2 horas, 8 minutos y 47 segundos dentro.
La marca anterior era de 1 hora 53 minutos y 10 segundos, y era del chino Jin Songhao.
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"En cuanto al tiempo, todo ha ido muy bien, y al final ha ido incluso siempre mejor. Pero en esos momentos debes encontrar el mejor momento para terminar. Porque sino las cosas empeoran más rápidamente de lo deseado", comentó Köberl a Efe tras salir de la cabina.
La mayor dificultad que tuvo Josef en la prueba, era con sus manos: "A la segunda vez que echaron más hielo (en la cabina) se me taparon las manos, que pueden estar libres en la prueba, y eso dolió un poco y ahora siguen estando como dormidas".
Un asistente medía con un termómetro la temperatura corporal de Köberl, cada 25 minutos durante la primera hora, y cada 5 a 10 minutos a partir de entonces para controlar la salud del hombre, ya que la temperatura de su cuerpo debía mantenerse siempre por encima de los 32 grados.
"Es un método investigado muy bien por (el holandés) Vim Hof, si uno se concentra y mantiene la respiración y el oxígeno, entonces el cuerpo logra recuperarse", explicó el deportista cobre cómo subió la temperatura de su cuerpo hasta los 35 grados.
Para supervisar y ratificar este intento, Köberl estuvo acompañado de un abogado y un testigo oficial. Tuvo que ser grabado además desde varios ángulos para certificar en cada momento la validez del récord.
Una vez lograda la nueva marca, Köberl ya tiene en mente su próximo reto: "El año próximo, en marzo, quiero batir en el glaciar de Hintertux (Tirol) el récord mundial en nadar una milla en agua helada. Eso es nadar 1.609 metros a una temperatura del agua cercana a 1 grados bajo cero".