Jaime Asián Domínguez: "Ojo es un diario de mucha empatía con sus lectores"
Jaime Asián Domínguez: "Ojo es un diario de mucha empatía con sus lectores"

Diario Ojo, junto a  y El Bocón, son la tríada esencial que conforma . El primero cumple hoy medio siglo de acompañar a sus lectores con una amplitud de información que ha caracterizado su tono y estilo. , actual director de este importante periódico, explica los retos de estar al mando de un medio que ha ido adaptándose con los años hasta ser uno de los más preferidos a nivel nacional.

¿A qué edad inicia tu afición por el periodismo? 

Yo estudié en el Colegio Militar Elías Aguirre de Chiclayo. Quiso la vida que me botaran en el último examen de la Escuela Militar de Chorrillos cuando postulé al llegar a la capital. Entonces apelé a mi segunda afición: el periodismo. Ingresé a la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, ocupé el segundo puesto en los juegos florales y, en el segundo ciclo, uno de mis profesores era editor de diario Expreso. Me esforcé, hice una nota que le pareció publicable y así empezó mi carrera, a los 19 años.

¿De qué forma empezaste este camino por las redacciones? 

En los noventa, hice carrera en Expreso, en policiales y espectáculos. Luego, estuve por el sector estatal hasta que volví como director del diario Extra por un tiempo. Me convocaron en La República como editor de Kidy’s, una revista de manga y anime que fue un furor, y luego me enviaron como editor regional del Sur, en Arequipa. Regreso a Lima como director de El Popular, dirijo Ajá, sigo como editor general de Correo y hoy estoy al mando de Ojo.

¿Cuál fue el vínculo hacia Grupo Epensa? 

El hecho de transitar por los medios me permitió hacer camino al escribir. Así como una vez me contactó el Grupo La República para dirigir El Popular, con Luis Agois pasó casi lo mismo. Él buscaba un director para relanzar Ajá y un amigo en común le habló de mí. Lamentablemente Ajá salió de circulación; pero fue un diario, bien hecho, muy colorido, ameno y que tuve el enorme gusto de dirigir.

¿Cuántos años lleva en el Grupo y cómo fue la experiencia y la evolución? 

Ocho años y he visto bastante: el proceso de modernización y de introducción a nuevas tecnologías y plataformas informativas. Soy testigo de la convergencia como modelo de eficiencia y en eso el Grupo Epensa ha sentado precedentes. Hoy la tendencia en las empresas periodísticas, de aquí o de allá, es el trabajo convergente. La consecuencia lógica ha sido el cambio de perfil, con profesionales diestros en varias áreas y facetas. Se han potenciado las habilidades del periodista.

¿Cómo fue el proceso de adaptación? 

Existe el prurito de que el periodista de policiales o de espectáculos tiene un modelo y que de ahí no sale. Ciertamente pasa, pero solo con el colega que no se atreve a pisar otros géneros y temas periodísticos. Yo siempre demando que en Ojo haya una exhibición de estos géneros, aunque si no lo hay es por falta de espacio. Ir de Correo a Ojo acarreaba un margen que podía asustar. Pasar de la seriedad de la política a la alegría, variedad y color de Ojo implicaba giros, atajos; pero grité victoria.

¿Qué cambios ha realizado durante su gestión? 

En estos casi 2 años que llevo en la dirección, hemos incidido fundamentalmente en que el diario salga bien escrito. Ser popular no significa ser descuidado, ligero: todo lo contrario. Luego, nos preocupó ajustar algunos enfoques en las notas que rescaten el tema familiar, que es nuestra esencia. Contamos historias a diario y las historias tienen que salir empaquetadas como se debe. Como diario de circulación nacional, con una sola portada para todo el país, estamos obligados a sintonizar con la problemática general. Eso nos ha convertido en un periódico de mucha empatía con sus lectores.

¿De qué manera equilibran el ser un diario popular y tocar temas políticos? 

La noticia es una sola y se defiende sola. El ser un diario popular no nos impide abordar temas como el escándalo de Odebrecht, por ejemplo. El proceso de presentación sí es diferente, y ahí apelamos al ingenio y a la creatividad, que a Dios gracias siempre pululan por esta macrorredacción.

¿Cómo definiría la esencia del diario? 

Ojo, en su forma y fondo, guarda perfecta simetría con el gusto de sus lectores. A través de su presentación gráfica y de la temática que ofrece a diario, sintoniza con su público objetivo y, desde luego, busca nuevos espacios de venta. La interacción, vía la web y las redes sociales, también ha sido vital para mantenernos como diario protagonista.