#MitosLeyendas - La Dama y el Viajero (Huancavelica)

Recuerdo que yo iba manejando el camión que me había dado la empresa donde entré a trabajar. Me encargaba de transportar materiales y alimentos, desde Lima hacia distintos departamentos de Perú; debo admitir que era un trabajo muy agotador, pero servía para los gastos que tenía que realizar.

Estaba conduciendo rumbo a Huancavelica. Recuerdo que al llegar una lluvia torrencial cayó sobre la ciudad. Unos 20 minutos después de haber llegado iba por una zona muy apartada y, debo admitir, que el sonido del viento no ayudaba para nada a contener el miedo que empecé a sentir.

Luego de algunos kilómetros pude divisar a una hermosa joven vestida de blanco. La dama tenía el cabello y la ropa totalmente mojados por la lluvia que no paraba de caer. Cuando pasé a su lado, le hice algunas señas para que se subiera al camión; ella me sonrió dulcemente y aceptó subir. Cuando empezamos a andar, me di cuenta que tenía mucho frío, pues le toqué la mano y estaba totalmente helada, fue por eso que decidí darle mi casaca.

Luego de unos minutos pasamos por un pueblo algo olvidado, y me dijo que la deje ahí, pues tenía familia cerca de aquella zona. Le dije que por favor se quedara con mi abrigo, que me dejará su dirección y que lo recogería pronto.

Días después, cuando me tocaba volver a Lima, regresé a la dirección que la joven me había dado. Pensaba despedirme de la joven y decirle que su compañía había sido grata para mí. Me llevé una gran sorpresa cuando me abrió la mamá de la señorita. Me dijo que su hija había fallecido hace ya varios años, cerca del lugar donde la había recogido, y que no era yo el primer hombre que se dejaba llevar por su hermosura, muchos otros hombres la recogen y se dejan enamorar por aquella encantadora jovencita.

Al no creer en todo lo que me decía aquella señora, le exigí ir a la tumba de su hija. Tal fue mi sorpresa cuando llegamos al cementerio, que simplemente no pude creer lo que vi. Mi casaca se encontraba tirada sobre la tumba de la joven.