CORREO | Mozo de Chiclayo rememora al papa León XIV: “No dejaba propina, pero sí su bendición”
CORREO | Mozo de Chiclayo rememora al papa León XIV: “No dejaba propina, pero sí su bendición”

“Lo bueno: no te dejaba una buena propina, pero sí te dejaba la bendición”, recuerda entre risas y respeto Carlos López, jefe de salón del restaurante El Trébol, ubicado frente a la catedral de Chiclayo. Así describe las constantes visitas del papa León XIV durante su paso por la ciudad norteña, donde encontró en este local su lugar favorito para desayunar, almorzar e incluso cenar.

López señaló que el sumo pontífice solía pedir el tradicional frito chiclayano en las mañanas, acompañado de su jugo de papaya, mientras que al mediodía no podía faltar el cabrito con loche. “Le gustaba el cabrito porque contenía loche. Me dijo una vez que en la capital no encontraba ese sabor”, recordó.

Por las noches, el papa también era fanático del caldo de gallina, el cual solía acompañar con una copita de anís. Su presencia, según el mozo, siempre transmitía calma y amabilidad. “Venía con sacerdotes o monjitas, comía rico y se iba feliz. Tenía una voz que transmitía paz”, afirmó.

Hoy, El Trébol no solo es recordado por su cocina tradicional, sino también por haber sido el lugar predilecto del líder espiritual del Vaticano durante su estancia en el norte del Perú.

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