El paso de cebra que engaña a los conductores
El paso de cebra que engaña a los conductores

La ciudad de Ísafjörður es una de las más importantes en Islandia y con una población de poco más de 3 mil habitantes ha logrado una nueva atracción turística a sus clásicas casas de madera: un pase de cebra de '3D'.

Gracias a un efecto óptico, las barras del mencionado paso de cebra parecen flotar sobre el asfalto y su misión es que los conductores disminuyan la velocidad y frenen, y se ha convertido en un atractivo turístico en la ciudad.

"Hay tanta gente hablando del paso de cebra que creo que hemos concienciado sobre los límites de velocidad a toda Islandia", señaló a El País Guatur Ivar Halldorsson, gerente de la empresa Vegamálun GIH, que se dedica a pintar calles, pistas deportivas, entre otros.

"El efecto óptico solo funciona desde cierto ángulo y durante unos segundos", comentó el directivo. De esta manera, el conductor solo verá el efecto cuando se encuentre a cierta distancia del cruce peatonal hasta darse cuenta que, en realidad es un dibujo, por lo que no frenará en seco sino que irá disminuyendo la velocidad poco a poco.

Halldorson también se refirió al problema que podría surgir debido a que los habitantes y turistas han visto este paso de cebra como un centro para fotografiarse sin importarles que estén en medio de la pista, exponiéndose así a accidentes de tránsito. "Quizás se convierta en un problema cuando el pueblo esté lleno de cruceristas interrumpiendo el tráfico", aseveró

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