Andres Gioeni tiene actualmente 41 años, pero desde hace más de diez años su vida se llenó de momentos complicados.
Trabajaba como sacerdote, profesión que eligió muy joven y que desempeñaba en el arzobispado de Mendoza, en Argentina, con tranquilidad. Pero no podía ocultar por más tiempo que era gay y decidió dejarlo todo y enrumbarse a Buenos Aires y empezar de cero.
Al ver que no tenía empleo, empezó a trabajar como modelo y posar para revistas de moda y también publicaciones del gremio. Cuando sus feligreses lo reconocieron se armó el escándalo, por lo que fue suspendido e impedido de ofrecer misa.
No obstante, él es feliz. Conoció a un mesero del que se enamoró y ahora planean casarse, una relación que ha durado más de una década y que esperan oficializar pese a las críticas que han recibido. Su caso ha llamado la atención del mundo, lo que lo ha motivado incluso a escribir misivas al Papa en donde pide apoyo para la comunidad Gay del mundo. Ahora Gioeni espera contraer nupcias y vivir con tranquilidad. (Con información de clarin.com)