Secretos para alcanzar un orgasmo intenso
Secretos para alcanzar un orgasmo intenso

Para disfrutar plenamente de las relaciones sexuales, hay que conocer el tantra. Esta palabra deriva de "tantori" que significa "tejido" o "entramado". En la lengua antigua de la India, también significa "extender" o "expandir".

Y es que el tantra busca liberar al ser humano de los límites culturales para que se encuentre con su propia esencia y con la del otro. 

Con esto se puede llegar a experimentar la plenitud cuando se trata de hacer el amor en todos los aspectos y alcanzar un 

Fernanda Arteaga, reikista, co directora de Masajes para el alma y coordinadora de los retiros tántricos comparte estos secretos:

- Respiración: Hay que inhalar con profundidad y luego exhalar lentamente. Además, hay que buscar sincronizar la respiración con la de la pareja. Cuando uno tome aire el otro lo largue.

- Masajes: Lo harán por turnos. Primero uno es el que da y el otro el que recibe.  Se deben untar aceite aromático por todo el cuerpo y comenzar a masajear el cuerpo comenzando por los pies, para ir subiendo por piernas, vientre y brazos. Las zonas erógenas deben quedar para el final. El masaje no debe ser solo con las manos sino con todo el cuerpo.

- Estar en el presente. Uno de los desafíos más grandes para la mente, que siempre suele fugarse al pasado o el futuro. Para disfrutar de un encuentro pleno hay que poder estar ahí de forma completa, con cuerpo, alma y mente. 

- Hay que hacerse oír: Si surgen gemidos y gritos, hay que dejarlos rodar sin límites. Los sonidos llevan una carga energética muy importante y es muy placentero.

- Dejar los prejuicios: El encuentro sexual no es el momento para emitir juicios. Hay que centrarse en disfrutar del momento y darle rienda suelta a la imaginación. Solo pensar en el disfrute.

- Besos: Son otra instancia de encuentro íntimo y profundo. Como todo en el tantra, lo más importante es hacerlo con total conciencia.

- No apurarse por llegar. Uno de los objetivos del tantra es expandir el placer. Por eso, la idea es dilatar el momento del orgasmo. Cuando esté por llegar, uno puede detenerse, respirar y reencontrase, una vez, en la mirada del otro para luego retomar. Si alguno de los dos alcanza el clímax antes no es problema, la cosa es disfrutar.

Con información de Infobae

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