Su muerte da inicio a un riguroso protocolo que data de varios siglos en la Santa Sede. Sin embargo, se realizarán cambios que el propio santo padre dejó establecido en su testamento, por lo que será el primer sumo pontífice, en más de un siglo, que no será enterrado en el Vaticano.
Su muerte da inicio a un riguroso protocolo que data de varios siglos en la Santa Sede. Sin embargo, se realizarán cambios que el propio santo padre dejó establecido en su testamento, por lo que será el primer sumo pontífice, en más de un siglo, que no será enterrado en el Vaticano.

El mundo entero despertó ayer de luto, tras darse a conocer la noticia de que “el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del padre”. Así lo anunció en un breve comunicado en video el camarlengo del papa, el cardenal irlandés-estadounidense Kevin Farrell, a primeras horas de la mañana.

En el mensaje de quien es el encargado de certificar la muerte del santo padre, anular el anillo pontificio y cerrar las estancias papales, se informó a la comunidad católica que Francisco había fallecido el 21 de abril, a las 7:35 horas de Italia, 12:35 a.m. en Perú.

“Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino”, finaliza el mensaje, también publicado en la página oficial del Vaticano.

La repentina muerte del argentino Jorge Mario Bergoglio, el primer papa Latinoamericano, tras haber superado una larga hospitalización de 38 días y dos crisis que pusieron su vida en peligro, llegó casi cuando menos se esperaba, durante su convalecencia en su residencia de la Casa Santa Marta.

Posteriormente el Vaticano certificó que el papa falleció a causa de un derrame cerebral que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible constatada mediante un electrocardiograma, según el parte de defunción.

El documento, firmado por el director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, certifica que Bergoglio había padecido un episodio de insuficiencia respiratoria aguda por una neumonía bilateral microbiótica, así como una bronquitis múltiple, hipertensión y diabetes.

Al transcurrir la tarde de ayer, después de que el cardenal Farrell llevara a cabo el rito de la constatación de la muerte del papa en su residencia, se introdujo el cuerpo en el féretro para ser velado en la capilla de dicho edificio, tal y como dispuso en vida el pontífice argentino.

Además, se realizó el cierre de la Casa Santa Marta para garantizar la seguridad de todos los documentos y pertenencias del papa fallecido.

Asimismo, de acuerdo con el protocolo papal, se ha procedió a sellar con una cinta roja y un lacre de mismo color las puertas del apartamento del Palacio Apostólico, que Francisco no usó ya que desde su elección decidió residir en la más animada residencia Casa Santa Marta.

Luego de sellar el apartamento papal y trasladar su cuerpo a la capilla de su residencia, se difundió el testamento que dejó escrito Francisco, el que tenía como fecha el 29 de junio de 2022. En él, Francisco expresa su voluntad de un sepulcro “sencillo”, en una basílica de Roma dedicada al culto de María.

“Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrenal y con una viva esperanza en la vida eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria únicamente en lo que respecta al lugar de mi sepultura”, reza el documento que dejó el jesuita argentino.

El papa ha dejado instrucciones precisas sobre su lugar de descanso. “El nicho (debe ser) ubicado en la nave lateral entre la capilla Paolina (capilla de Salus Populi Romani) y la capilla Sforza de la mencionada basílica papal”, se lee también en el testamento.

Ritos

El funeral del papa Francisco deberá celebrarse entre el viernes y el domingo de esta semana, tal y como estipulan las reglas de la legislación vaticana vigente, el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, un documento que regula las exequias papales, y la constitución apostólica Universi Dominici Gregis.

Por su parte, el maestro ceremoniero del Vaticano, Diego Ravelli, informó en un comunicado que el féretro será velado en la capilla de su residencia por disposición en vida del pontífice, ya que, antes de Francisco, esto se hacía en la capilla del Palacio Apostólico. Allí es donde será preparado por monseñores y miembros de la Casa Pontificada, se le vestirá con los ornamentos litúrgicos papales y se le quitará su anillo del Pescador y el sello de plomo, que serán destruidos hasta la elección de un nuevo papa.

El traslado del cuerpo del santo padre a la basílica Vaticana, para el homenaje de todos los fieles, podría tener lugar mañana.

Las modalidades y la confirmación del transporte de los restos, para su exposición ante los fieles, se establecerán y comunicarán hoy, después de la primera Congregación de los Cardenales.

El Jubileo, el evento católico que se celebra cada 25 años, no se interrumpirá a pesar de la muerte de Francisco, por lo que continuarán los eventos y celebraciones litúrgicas, informó la Oficina de Prensa del Vaticano.

Mientras tanto, la ciudad de Roma se prepara para acoger a los cientos de miles de fieles que llegarán a la capital italiana para los funerales del sumo pontífice, motivo por el que las autoridades convocaron un comité operativo urgente para garantizar la seguridad ciudadana.

Además, en señal de duelo por la muerte del santo padre, la Presidencia del Consejo de Ministros de Italia ordenó que las banderas de sus edificios flameen a media asta.

Esta disposición fue comunicada a los órganos constitucionales, prefecturas, representaciones diplomáticas y consulares en el extranjero, así como a las Fuerzas Armadas y a la Policía.

Última aparición

En sus últimas semanas de vida, Francisco hizo algunas apariciones públicas. Aunque faltó a los servicios del Viernes Santo y el Sábado Santo, sí conmemoró el Jueves Santo con la tradicional visita a la prisión de Regina Coeli. Sin embargo, no participó en la tradición del lavatorio de pies a los presos.

El Domingo de Resurrección, Francisco apareció en el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano para desear, con voz débil, “Feliz Pascua” a los miles de fieles y pronunciar su tradicional bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo, en latín). Estas serían sus últimas palabras públicas.

El mismo día, el sumo pontífice, quien ya había delegado los ritos de Semana Santa tras su convalecencia, realizó la que sería su última aparición en público. Exhausto, apareció por sorpresa en la Plaza de San Pedro, donde lo vitorearon los fieles que celebran la Pascua.

Entonces, saludó a los miles de católicos y dio la bendición a varios niños que lo aclamaban. Previamente, había recibido al vicepresidente de Estados Unidos, James David Vance, en su residencia de casa Santa Marta, para un breve saludo.