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Desolación total. Los habitantes de Los Cabos, en México, se encuentran devastados luego del paso del huracán Odile, el cual ha destruido todo a su paso.

Las imágenes de chozas derruidas, de lujosos hoteles y edificios con muros levantados, de almacenes y pequeñas tiendas desvalijadas por saqueos o de carreteras con más postes de electricidad y palmeras caídas aterran a los extranjeros que ven con sorpresa como uno de los balnearios más populares de la región ha perdido de golpe todo su brillo.

Se ha calculado que el paso de este fenómeno ha dejado en total tres muertos y cuantiosos daños materiales. Asimismo, unos 18.000 de los 30.000 turistas que se encontraban en el lugar fueron evacuados, según el último reporte de la secretaría de Turismo.

El gobierno mandó 8.000 militares y policías a la zona para poder ayudar con las labores de rescate y evitar así más saqueos en la ciudad.

Muchos previsores se abastecieron de agua y comida, pero tras seis días sin servicios, señal telefónica, cajeros bancarios y tiendas que vendan alimentos, salir de Los Cabos empieza a ser una alternativa viable.

A la crítica situación se suma la aproximación de la tormenta tropical Polo, que el sábado se encontraba 240 kilómetros al sureste de Cabo San Lucas (68.000 habitantes).

Las autoridades han anunciado que a finales de octubre Los Cabos volverá a lucir como aparece en los comerciales televisivos, una promesa difícil de creer ante el actual estado del balneario.

Puede ver la situación actual de la zona en el video.