El asteroide 2024 YR4, descubierto el pasado 27 de diciembre, ha alcanzado una probabilidad de impacto del 2.8% con la Tierra para el 22 de diciembre de 2032, según los últimos datos de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se trata del mayor porcentaje registrado para un cuerpo celeste superior a 30 metros de diámetro.
Según el coordinador del servicio de información de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA, Juan Luis Cano, la posibilidad de impacto podría aumentar en los próximos días antes de caer a cero, a medida que los cálculos de trayectoria sean más precisos.
¿Qué tan grande es el asteroide?
El 2024 YR4 tiene un diámetro estimado entre 40 y 90 metros, un tamaño considerable para generar daños significativos en caso de colisión.
Comparación con Apophis
Este asteroide ha superado la probabilidad de impacto que tuvo Apophis en 2004. En su momento, Apophis alcanzó un 2.7% de posibilidad de choque con la Tierra, antes de que los cálculos precisos redujeran el riesgo a cero.
Dado el nivel de riesgo, se han activado dos grupos de respuesta avalados por la ONU:
- Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) – Se reúne semanalmente para actualizar los cálculos.
- Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG) – Analizará posibles estrategias de defensa planetaria en su reunión de mayo.
NASA y ESA ajustan sus cifras
Mientras que la ESA estima un 2.8% de probabilidad de impacto, la NASA la ha elevado al 3.1%. La diferencia se debe a los métodos de análisis empleados, aunque ambas agencias mantienen contacto constante para validar sus estimaciones.
¿Cuándo se tendrá una respuesta definitiva?
El 2024 YR4 se aleja actualmente de la Tierra, por lo que su monitoreo desde telescopios terrestres será imposible en los próximos meses. Sin embargo, el telescopio espacial James Webb será clave para seguir su recorrido.
El asteroide tendrá un nuevo paso cercano a la Tierra en diciembre de 2028, cuando podrá ser observado con mayor precisión y se podrá determinar su trayectoria definitiva.
¿Debemos preocuparnos?
Los científicos aseguran que, pese a la incertidumbre actual, hay un 97% de probabilidad de que no impacte contra la Tierra. Sin embargo, el caso sirve de advertencia para reforzar la vigilancia de objetos cercanos a nuestro planeta.