Los familiares creyeron que Baltazar Lemos estaba tratando de llamar la atención, pues no podía comprobar que en realidad estuviera muerto. (Foto: Twitter)
Los familiares creyeron que Baltazar Lemos estaba tratando de llamar la atención, pues no podía comprobar que en realidad estuviera muerto. (Foto: Twitter)

Un hombre de 60 decidió fingir su propia muerte y no contento con ello, organizó un funeral con el fin de descubrir quiénes acudirían a la ceremonia. El anciano ideó todo un plan para difundir la información de su supuesto fallecimiento y de su velorio a través de redes sociales.

Fue en Brasil donde Baltazar Lemos causó revuelo, pues su “muerte” se viralizó de inmediato. Tal como detalla , el hombre no avisó a ninguna persona que realizaría este experimento social, por lo que se encargó hasta el último detalle.

En un principio, su familia pensó que se trataría de una broma pesada, e incluso comenzaron a buscar información sobre su muerte: se comunicaron con hospitales, acudieron a las funerarias y al instituto médico para encontrar el cuerpo; pero ni siquiera la policía pudo darle información.

“Los otros miembros de la familia y yo estamos completamente devastados por la posibilidad de que todo haya sido una broma de extremo mal gusto”, indicó el sobrino en un comunicado enviado a la prensa.

Los familiares creyeron que Lemos estaba tratando de llamar la atención, pues no podía comprobar que en realidad estuviera muerto.

“Sin embargo, la innumerable información inconsistente que conocemos hasta ahora nos hace creer que él está tramando todo esto para de alguna manera llamar la atención de todos y orientar las noticias”, agregó el sobrino.

Baltazar Lemos (Foto: Twitter)
Baltazar Lemos (Foto: Twitter)

¿En qué acabó todo?

Tras todo el alboroto ocasionado por la supuesta muerte y las sospechas de sus familiares, Baltazar decidió aparecer. Según detalló el hombre, todo se trató de una puesta en escena con un fin de broma, por lo que tanto amigos como familiares se indignaron.

“Llevo cinco meses pensando en ello. Celebro mi 60 cumpleaños. He hecho 889 ceremonias de despedida en estos dos últimos años y en algunas ceremonias había dos personas, en otras había 500 personas. Quería saber quién venía al mío”, se excusó el hombre.

Esta jugada causó la indignación de muchos amigos y familiares a tal punto que algunos medios señalaron que el hombre fue golpeado. Pese a todo esto, Lemos se justificó diciendo que de las muchas despedidas a las que asistió, quería ver cómo terminaría la suya.

“Hace siete días mi vida cambió. A los que se ven ofendidos les pido humildemente perdón, perdonando todas las críticas recibidas. Gracias a todas las manifestaciones de afecto, apoyo y respeto, provenientes de las partes más diversas del mundo de amigos o incluso de gente que no conozco. ¡Estoy feliz! Y sin duda a esta oportunidad, así como a todas las demás, a las que me dediqué a dar lo mejor que tengo, amor, trabajo y fe, la honraré”, se disculpó el hombre finalmente.