Río de Janeiro llegó a congregar a 2,9 millones de personas en la playa de Copacabana para despedir 2019. (DANIEL RAMALHO / AFP)
Río de Janeiro llegó a congregar a 2,9 millones de personas en la playa de Copacabana para despedir 2019. (DANIEL RAMALHO / AFP)

La ciudad brasileña de Río de Janeiro, que en octubre pasado ya había anunciado una celebración de fin de año alternativa para evitar las aglomeraciones, informó este martes que canceló de forma definitiva su tradicional fiesta de “Reveillon” ante el rebrote de la pandemia de la COVID-19.

“El Reveillon oficial de la ciudad de Río de Janeiro está cancelado debido al actual escenario de la pandemia de la COVID-19, anunció en un comunicado la Alcaldía de la ciudad más emblemática y turística de Brasil, cuya fiesta de fin de año es el evento que más turistas atrae después del carnaval.

La municipalidad agregó que optó por la cancelación de cualquier tipo de celebración organizada por la Alcaldía, incluso del modelo alternativo que había proyectado, “en respeto a todas las víctimas y en favor de la seguridad de todos”.

Río de Janeiro, que hace un año llegó a congregar a 2,9 millones de personas en la playa de Copacabana para despedir 2019, había previsto para este año una fiesta alternativa sin la presencia de público y sin la tradicional quema de fuegos de artificio de veinte minutos.

El evento programado preveía la exhibición en directo por televisión y en las redes sociales de conciertos de grupos musicales en vivo, que organizaría desde escenarios montados en seis diferentes lugares turísticos y a los que el público no tendría acceso.

El formato virtual de la fiesta, ahora también cancelado, había sido escogido para mantener el evento con seguridad en medio de la pandemia del coronavirus, que también tiene en vilo la realización del famoso Carnaval de Río en febrero próximo.

“Cuando anunciamos el nuevo modelo para el Reveillon Río 2021 destacamos la responsabilidad social. Nuestro discurso permanece y el motivo para la cancelación no es otro si no una decisión consciente y responsable”, aseguró el presidente de la empresa municipal de promoción turística Riotur, Fabricio Villa Flor, citado en el comunicado.

“Esta es una decisión necesaria para la protección de todos. La fiesta será la de la esperanza por buenos resultados de las vacunas para contener la pandemia. Será también un momento de reflexión sobre un año difícil, de lucha, con lamentables pérdidas de tantas personas”, dijo por su parte el alcalde de la ciudad, el obispo evangélico Marcelo Crivella.

Río de Janeiro es, después de Sao Paulo, la segunda ciudad más afectada por la COVID-19 en Brasil, el segundo país con más muertes por la enfermedad en el mundo luego de Estados Unidos, con cerca de 182.000 fallecidos, y el tercero con más casos después de Estados Unidos e India, con casi 7 millones de contagios.

Pese a que el número de casos y muertes venía cayendo con fuerza desde comienzos de noviembre, algunos estados, entre ellos Río de Janeiro, anunciaron la reimplantación de algunas de las medidas de distanciamiento social para frenar la pandemia ante el fuerte salto tanto de fallecimientos como de contagios en lo que va de diciembre.

Pese a que el Ministerio de Salud ha negado que Brasil esté enfrentando una segunda ola del coronavirus, los Gobiernos regionales admiten que la pandemia se “recrudeció” en las últimas dos semanas y que está provocando una fuerte presión sobre la capacidad del sistema sanitario.

La pandemia también tiene en duda el famoso Carnaval de Río de Janeiro y las escuelas de samba y las comparsas anunciaron su decisión de aplazarlo desde febrero hasta julio del próximo año, pero condicionado a que ya exista una vacuna y una campaña de inmunización.

Fuente: EFE