El árbitro Otávio Jordao Abreu halló trágica muerte cuando un grupo de espectadores lo mató a pedradas y luego lo decapitaron en Maranho, al noreste de Brasil.

Otávio Jordao da Silva, de 20 años de edad, sacó tarjeta roja al jugador Josemir Santos Abreu, de 31 años, quien lo insultó y agredió por la expulsión. El réferi le propinó una cuchillada al futbolista quien murió camino al hospital.

En ese momento, Da Silva fue atacado por un gran número de espectadores que lo mataron a pedradas, luego lo descuartizaron y colgaron su cabeza en la grada, según informó la Policía brasileña a través de un comunicado.

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