:quality(75)/author-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub/elcomercio/98448bc7-d1ed-47a1-909e-fbdec178cdcd.jpg "Foto de Redacción Diario Correo")
Una trágica escena sacudió a Brasil este mes tras el brutal asesinato de Taís Bruna de Castro, influencer literaria de 36 años, ocurrido en pleno patio de comidas del centro comercial Beco Fino, en la ciudad de Jundiaí, estado de São Paulo. El crimen ocurrió a plena luz del día, frente a decenas de testigos, y fue captado por las cámaras de seguridad del recinto.
Según las autoridades, Cláudio Elizeu, un trabajador de limpieza de 40 años del mismo centro comercial, se acercó sin decir palabra a la víctima mientras ella almorzaba y la apuñaló más de 20 veces. Tras el ataque, irrumpió en una oficina del lugar causando destrozos, para luego entregarse voluntariamente a la policía.
La investigación ha clasificado el caso como feminicidio, y se confirmó que no existía ningún vínculo sentimental entre la víctima y el agresor. El atacante declaró que cometió el crimen porque Taís ignoró sus intentos de acercamiento romántico y expresó además estar molesto por una reciente transferencia laboral.
Taís Bruna era ampliamente conocida en redes sociales por su cuenta de Instagram @leitorafashion, donde compartía recomendaciones de literatura romántica contemporánea, reseñas de libros, películas y reflexiones personales que habían construido una comunidad fiel de seguidores. Fuera del mundo digital, trabajaba como agente de viajes y era descrita por su familia como una mujer “dulce, inteligente y soñadora”.
“Esta semana, nuestra querida Taís Bruna, dueña de este perfil, nos dejó de una manera muy triste e increíble”, escribió su familia en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram.
La noticia ha conmocionado a la opinión pública brasileña y ha reavivado el debate en torno a la violencia contra las mujeres y la falta de seguridad en espacios públicos. Numerosas voces del mundo cultural y literario han expresado su pesar, exigiendo justicia y políticas más efectivas para proteger a las mujeres en su día a día.
Taís deja un legado de pasión por la lectura, sensibilidad y compromiso con el fomento de la cultura, además de una comunidad que hoy la recuerda con dolor y admiración.
