Los ojos del mundo, y especialmente los de los 1400 millones de católicos que hay en el planeta, se enfocarán desde este miércoles 7 de mayo en la Capilla Sixtina del Vaticano. Allí, cardenales representantes de unos 70 países de los cinco continentes y una media de edad que ronda los 72 años se reunirán en un cónclave para elegir al sucesor del fallecido papa Francisco.
El colegio cardenalicio está formado por un total de 252 cardenales, de los cuales 135 son electores; mientras que 117 son no electores, porque superan los 80 años de edad.
Por continentes, forman parte del colegio cardenalicio 53 europeos, 37 americanos (16 de América del Norte, cuatro de Centroamérica y 17 de Sudamérica), 23 asiáticos, 18 africanos y cuatro de Oceanía.
Se ha dicho que este es el cónclave más internacional de la historia. Pero, aunque será el que tenga menos representación italiana, Italia sigue siendo el país con más cardenales, con 17 electores, seguido por EE.UU., que cuenta con 10.
En Sudamérica, Brasil es el país con mayor número de cardenales electores (siete). Si bien empata en número total de purpurados con Argentina (ocho), solo cuatro argentinos votarán.
Otros países latinoamericanos como Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Cuba, Guatemala, Haití y Nicaragua tienen un solo elector.
De los 135 electores, el Vaticano confirmó que 133 entrarán en la Capilla Sixtina para el cónclave, puesto que dos han alegado no poder viajar por motivos de salud; entre ellos, el español Antonio Cañizares. En cuanto al otro ausente, se trataría del keniano John Njue.
Legado de Francisco
Alrededor del 80% de los cardenales electores (108) fueron nombrados por el papa Francisco, 22 por Benedicto XVI y tan solo cinco en edad de participar en el cónclave por Juan Pablo II (el francés Philippe Barbarin, el croata Josip Bozanic, el húngaro Péter Erdo, el bosnio Vinco Pulic y el ghanés Peter Turkson).
En el último consistorio, celebrado en diciembre de 2024, Francisco creó 21 nuevos cardenales, de los cuales 20 tienen derecho a voto.
Entre los designados por el fallecido pontífice argentino, tres de ellos han sido voceados como posibles sucesores. Uno es el italiano Matteo Zuppi (69 años), que tiene uno de los perfiles más alineados con el estilo pastoral de Francisco. Ha defendido una Iglesia más inclusiva, apoyando, por ejemplo, la bendición de parejas homosexuales.
Otro italiano cuyo nombre suena fuerte es Pietro Parolin, actual secretario de Estado (canciller) del Vaticano, de 70 años. Difícilmente encasillable entre progresistas y conservadores, ha acercado la Santa Sede a China y es un buen conocedor de todo Oriente y de Latinoamérica después de haber sido nuncio en Venezuela.
También se ha especulado sobre el filipino Luis Antonio Tagle, de 67 años, considerado de línea progresista y quien podría ser el primer papa de Asia. No obstante, grupos antipederastia han denunciado que ni él ni Parolin han hecho muchos esfuerzos por combatir los abusos sexuales centro del clero.
Entre los conservadores, quien más resuena es el húngaro Péter Erdo, de 72 años y firme opositor a las uniones de parejas del mismo sexo.
Ante las normales divisiones que puedan surgir, se ha previsto que haya una mayoría de dos tercios para designar al nuevo líder de la Iglesia. “Antes se elegía con mayoría absoluta, pero Benedicto XVI lo modificó para garantizar que el nuevo papa tuviese una amplia mayoría y un sentido de mayor consenso”, explica Eduardo Baura, profesor de Derecho Canónico en la Universidad de la Santa Croce de Roma, a la agencia de noticias EFE.
El experto sostiene que la elección podría demorar varios días para llegar al humo blanco. El actual colegio cardenalicio “está compuesto por muchos cardenales que son poco conocidos y que además se conocen poco entre ellos, pues muchos representan las periferias y esto será una dificultad más para llegar a un acuerdo”, asegura Baura, al avanzar que podría ser el cónclave “más largo de los últimos años”.
El papa Francisco fue elegido en 2013 en la quinta votación, y Benedicto XVI ganó en 2005 en la cuarta.
“Tenemos 133 nombres y todo está abierto”, dijo por su parte el cardenal chileno Fernando Natalio Chomalí Garib.