Cerca de 870 millones de personas pasan hambre en el mundo
Cerca de 870 millones de personas pasan hambre en el mundo

Un 12,5 % de la población mundial, o lo que es lo mismo, casi 870 millones de personas pasan hambre, según un informe sobre el bienio 2010-2012 difundido hoy en Roma por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

El estudio, realizado en colaboración con el Programa Mundial de los Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), destaca además que una amplia mayoría de esas personas, cerca de 850 millones, viven en países en vías de desarrollo.

En 2009 la FAO lanzó la alarma de que el número de hambrientos en el mundo había superado la barrera de los 1.000 millones, mientras que un año después retrocedía hasta los 925 millones.

Con todo, esta agencia de Naciones Unidas con sede en Roma advierte de que los datos difundidos este año no pueden ser comparados con los de las ediciones anteriores ya que se han introducido mejoras en la metodología utilizada a fin de obtener datos más precisos.

Si se tiene en cuenta la evolución del número de hambrientos por regiones, los mayores progresos se han registrado en el sureste y el este asiáticos, seguidos por América Latina, y en el África subsahariana ha habido avances pero a un ritmo inferior, mientras que, por el contrario, en el oeste de Asia se ha observado un incremento del número de personas malnutridas.

La FAO señala que el crecimiento económico registrado en las últimas décadas ha aportado logros en la reducción del hambre, aunque resalta que para que ese crecimiento incida en una mejora de la nutrición entre los más necesitados es necesario que los pobres participen tanto en el proceso como en sus beneficios.

Asimismo, destaca la eficacia del crecimiento agrícola a la hora de reducir el hambre y la malnutrición, al tiempo que insiste en que tanto este crecimiento como el económico deben permitir una mejor situación nutricional para los menos favorecidos a través de un aumento de oportunidades para diversificar su dieta.

En el informe se establece, además, en que para acelerar la reducción del hambre el crecimiento económico debe ir acompañado de medidas públicas incisivas, con políticas y programas que fomenten un entorno favorable a largo plazo de los más desfavorecidos.

TAGS RELACIONADOS