La presidenta chilena Michelle Bachelet promulgó este jueves la ley de aborto terapéutico, cerrando un proceso de dos años y medio en los que la norma impulsada por la mandataria superó duros embates de diversas iglesias y partidos de derecha.
La ley, que fue aprobada en agosto por el Congreso de su país, despenaliza el aborto en tres casos: inviabilidad del feto, peligro de vida de la madre y violación. Esta norma logró sortear el Tribunal Constitucional, que desestimó recursos presentados por legisladores conservadores que buscaban frenar la ley.
"¡Por fin! Firmamos la ley que consagra el derecho que tiene toda mujer a decidir sobre su cuerpo y su embarazo en tres casos sumamente precisos y humanamente difíciles", dijo Bachelet con entusiasmo ante unas 1.500 personas que presenciaron el acto en La Moneda, mayoritariamente mujeres.
"Hoy somos un país más justo. Reemplazamos el castigo por el acompañamiento a las mujeres y el respeto por su dignidad", escribió la mandataria en su cuenta de Twitter.
#ChileAprobó3Causales Hoy somos un país más justo. Reemplazamos el castigo por el acompañamiento a las mujeres y el respeto a su dignidad.El Estado chileno rompe así décadas en las que su respuesta ante situaciones límites vividas por miles de mujeres ha sido "el castigo, la condena y la denegación absoluta del derecho a decidir", agregó la mandataria.
Para Miles, organización por los derechos sexuales y reproductivos, la ley es un “histórico acto de justicia para las mujeres, en especial para las más pobres”.
Desde 1931 y por más de 50 años, el aborto estuvo permitido en Chile en casos de peligro para la vida de la madre o inviabilidad del feto, pero el dictador Augusto Pinochet, poco antes de terminar su régimen (1973-1990), apoyado por la Iglesia católica, lo prohibió.