El Colegio Cardenalicio celebra esta tarde la primera votación en un proceso sin favoritos claros y marcado por la petición de “unidad de la Iglesia” ante un escenario que los purpurados califican de “difícil, complejo y convulso”. (Photo by Handout / VATICAN MEDIA / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / VATICAN MEDIA" - NO MARKETING - NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS
El Colegio Cardenalicio celebra esta tarde la primera votación en un proceso sin favoritos claros y marcado por la petición de “unidad de la Iglesia” ante un escenario que los purpurados califican de “difícil, complejo y convulso”. (Photo by Handout / VATICAN MEDIA / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / VATICAN MEDIA" - NO MARKETING - NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS

Al caer la tarde de este miércoles, los 133 cardenales con derecho a voto se reunirán en la Capilla Sixtina para la primera jornada del cónclave convocado tras la muerte de Jorge Bergoglio el pasado 21 de abril. El cardenal decano Giovanni Battista Re ofició la misa “Pro eligendo Pontifice”, en la que exhortó a “mantener la unidad de la Iglesia” y a invocar la guía divina en uno de los momentos más delicados para los 1 400 millones de católicos.

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La ceremonia previa incluyó una oración en la Capilla Paulina antes de que los purpurados crucen el umbral de la Sixtina. Una vez dentro, al grito ritual de “extra omnes”, las puertas se cerrarán y comenzará la votación secreta “ante la mirada de Dios”. Cada cardenal escribirá el nombre de su candidato, doblará la papeleta y la depositará en la urna frente al fresco del Juicio Final de Miguel Ángel.

  • Mayoría requerida: se necesitan 89 votos (dos tercios) para proclamar al 267.º pontífice.
  • Primera jornada: solo se realizará una votación, sin expectativas de alcanzar la mayoría.
  • Ritmo previsto: a partir del jueves habrá hasta cuatro votaciones diarias (dos por la mañana y dos por la tarde).

Los nombres más mencionados en los corrillos —aunque sin perfil dominante— son Pietro Parolin (Italia), Pierbattista Pizzaballa (Italia), Peter Erdo (Hungría), Malcolm Ranjith (Sri Lanka) y Ángel Fernández Artime (España). Sin embargo, el proceso es notoriamente impredecible: los diálogos cruciales se darán en la residencia Santa Marta, donde los cardenales permanecen aislados sin teléfono ni internet.

Francisco creó el 80 % de los electores, haciendo de este el cónclave más internacional de la historia, con representantes de 70 territorios. La mayoría de los cardenales confía en alcanzar la fumata blanca en dos o tres días; los más cautos, en cinco. Hasta entonces, el mundo dirigirá su atención a la chimenea de la Sixtina: humo negro indicará falta de consenso, humo blanco el “Habemus Papam”.