Columnas de humo se elevan tras una explosión cerca de la Torre Azadi, en Teherán. (Foto de ATTA KENARE / AFP)
Columnas de humo se elevan tras una explosión cerca de la Torre Azadi, en Teherán. (Foto de ATTA KENARE / AFP)

La situación en Oriente Medio es cada vez más incierta. Ayer, el intercambio de fuego continuó entre Israel e Irán, con bombardeos de uno y otro lado, pero a ello se ha añadido un nuevo factor: EE.UU.

La Casa Blanca confirmó que el presidente Donald Trump se ha reunido con su Consejo de Seguridad para considerar su entrada directa en el conflicto.

El mandatario estuvo a lo largo del día publicando mensajes cada vez más subidos de tono en su red Truth Social, en los que ha dicho que EE.UU. tiene el “control total de los cielos de Irán” dado que cuenta con mejores rastreadores aéreos que la república islámica, y ha pedido “la rendición incondicional” del régimen de Teherán.

Asimismo, alardeó de que está en su poder la vida del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jameneí. “Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘líder supremo’. Es un blanco fácil, pero allí está a salvo. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora”, escribió el presidente republicano.

La decisión concreta que se especulaba que Trump podría tomar es atacar las instalaciones subterráneas de la planta nuclear iraní de Fordo, donde el país persa estaría enriqueciendo uranio. Para ello, necesitaría usar la poderosa bomba convencional GBU-57, una ojiva antibúnker de 13 toneladas, que Israel no posee y que es capaz de hundirse a decenas de metros bajo la superficie antes de explotar.

Ese ataque pondría a EE.UU. de nuevo en una guerra, algo que el propio Trump ha jurado que no haría.

Ataques. Israel e Irán llevan intercambiando fuego desde que el pasado viernes de madrugada el Ejército israelí lanzara una serie de ataques sorpresa contra las capacidades militares de la república islámica y su programa nuclear, acabando con la vida de varios altos cargos militares del país persa.

Las FF.AA. hebreas dijeron ayer haber matado al nuevo jefe del Ejército iraní, Ali Shadmani, en un bombardeo nocturno sobre Teherán.

“Tras información precisa proporcionada por la División de Inteligencia y una oportunidad repentina durante la noche, aviones de combate de la Fuerza Aérea atacaron un cuartel general en el corazón de Teherán, matando a Ali Shadmani, jefe del Estado Mayor de la Guerra y comandante de alto rango de las Fuerzas Armadas iraníes”, indicó un comunicado castrense.

Israel también ha logrado destruir alrededor del 40% de las defensas antiaéreas del país persa, según las estimaciones del Ejército.En Irán, se calculan más de 230 muertos por los ataques judíos, la mayoría civiles, aunque la cifra oficial se mantiene inalterable en 224 desde el domingo. En Israel, al menos 24 personas han fallecido por los bombardeos iraníes.

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