Las fuerzas de seguridad israelíes inspeccionan un sitio en la ciudad de Ashkelon, en el sur de Israel, luego de un ataque con cohetes disparados desde la Franja de Gaza. (Foto de JACK GUEZ / AFP).
Las fuerzas de seguridad israelíes inspeccionan un sitio en la ciudad de Ashkelon, en el sur de Israel, luego de un ataque con cohetes disparados desde la Franja de Gaza. (Foto de JACK GUEZ / AFP).

El Consejo de Seguridad negociaba el domingo una declaración sobre los enfrentamientos en Oriente Medio, que según el secretario general de la puede “desatar una incontrolable crisis”.

“La masacre sigue hoy”, afirmó Antonio Guterres al abrir una sesión virtual de urgencia del Consejo de la ONU, que paralelamente negocia una declaración que por el momento no cuenta con el apoyo de Estados Unidos.

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“Este insensato ciclo de derrame de sangre, de terror, de destrucción, debe cesar inmediatamente”, remarcó el jefe de la ONU durante el encuentro, el primero público y el tercera desde el lunes, organizado a pedido de China, Noruega y Tunez.

En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Palestina, Riyad Al-Maliki, denunció la “agresión” de Israel contra el “pueblo” palestino y sus “lugares sagrados”.

Y el embajador israelí ante Estados Unidos y la ONU, Gilad Erdan, acusó al movimiento palestino Hamás de haber “premeditado” una guerra con Israel y de querer “tomar el poder en Cisjordania”.

Según diplomáticos, el Consejo negocia una declaración pero en la mañana del domingo permanecía incierto el apoyo de Estados Unidos. Hasta el momento Washington apostó a dar tiempo a las gestiones diplomáticas por lograr un alto el fuego y considera que una declaración del Consejo sería “contraproducente”.

Esa posición no es compartida por la mayoría del Consejo, en particular por los tradicionales aliados de Washington.

China lamentó la “obstrucción” de Estados Unidos a una declaración e instó al Consejo a “tomar medidas” para poner fin a las hostilidades.

Crudo llamado

Guterres hizo un crudo llamado: “Los enfrentamientos deben cesar inmediatamente” porque “pueden llevar a israelíes y palestinos a una espiral de violencia de consecuencias devastadoras para las dos comunidades y para toda la región”.

La violencia “tiene el potencial de desatar una crisis de seguridad y humanitaria incontrolable y de estimular aún más al extremismo; no sólo en los territorios palestinos ocupados y en Israel, sino en toda la región”, añadió.

Riyad Al-Maliki aseveró a su vez que “algunos no quieren usar estas palabras -crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad- pero saben que es la verdad”.

Israel es despiadado e implacable en su política colonial”, dijo, y pidió al Consejo de Seguridad “que actúe para detener la embestida” contra los palestinos.

“¿Cuántos palestinos tendrán que morir antes de que se produzca una condena?”, se preguntó el ministro.

“¿En qué momento se van a escandalizar?”, añadió, en alusión al rechazo de Estados Unidos de aprobar una declaración.

De su lado, Gilad Erdan dijo que “Hamás eligió acelerar las tensiones, usándolas como pretexto, para iniciar esta guerra”.

No hay “ninguna justificación para el lanzamiento indiscriminado de cohetes contra la población civil”, agregó, y afirmó que los palestinos “utilizan escudos humanos” aumentando el número de víctimas civiles.

Edran -que se congratuló por el apoyo prestado a su país por Washington- pidió al Consejo de Seguridad que condene los ataques con cohetes y afirmó que el Estado hebreo no tenía “otra opción” que tomar represalias contra los ataques palestinos para detenerlos.

Fuente: AFP