Corea del Norte disparó el miércoles más de diez misiles, incluido uno que cayó muy cerca de Corea del Sur, cuyo presidente Yoon Suk-yeol lo denunció como “de hecho una invasión territorial”.
Esta ráfaga de disparos también llevó a las autoridades surcoreanas a lanzar una inusual alerta de ataque aéreo en la isla de Ulleungdo (este) y a pedir a sus habitantes que se refugiaran en búnkeres bajo tierra.
De acuerdo con el ejército surcoreano, uno de los proyectiles lanzados por Pyongyang cruzó la línea del límite norte, la disputada frontera marítima entre ambos países, y cayó cerca de las aguas territoriales del Sur.
En un comunicado, el presidente surcoreano aseguró que esto “constituye de hecho una invasión territorial con un misil que cruzó la línea límite norte por primera vez desde la división” de la península, después de la Segunda Guerra Mundial.
El ejército dijo que el misil más cercano cayó en el mar a solo 57 kilómetros al este del territorio continental de Corea del Sur, que describió este lanzamiento como “muy inusual e intolerable”.
En respuesta a estas acciones, el ejército surcoreano disparó tres misiles aire-tierra cerca del punto donde cayó el controvertido proyectil norcoreano.
Estos misiles cayeron “cerca de la línea del límite norte a una distancia correspondiente al área donde impactó el misil del Norte”, dijo en un comunicado.
El ejército surcoreano había informado inicialmente de tres misiles balísticos de corto alcance, pero después señaló que Pyongyang había disparado más de diez misiles de varios tipos.
El presidente surcoreano convocó una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional para analizar el disparo que, para investigadores como Cheong Seong-chang del Institute Sejong, son la “demostración armada más agresiva y amenazante contra el Sur desde 2010″.
“Tormenta Vigilante”
Este último disparo se produce en medio de las mayores maniobras conjuntas realizadas jamás por Corea del Sur y Estados Unidos, bautizadas “Tormenta Vigilante”, que implican cientos de aviones de guerra de ambos lados.
Pak Jong Chon, un alto oficial de Corea del Norte, dijo que estos ejercicios eran agresivos y provocadores, según un informe aparecido en medios estatales el miércoles.
Pak dijo que el nombre de las maniobras recuerda a la operación Tormenta del Desierto, la ofensiva estadounidense sobre Irak en 1990-1991 en respuesta a la invasión de Kuwait.
“Si Estados Unidos y Corea del Sur pretenden usar fuerzas armadas contra la República Popular Democrática de Corea sin miedo, los medios especiales de las fuerzas armadas de la RPDC desplegarán su misión estratégica sin retraso”, dijo.
“Estados Unidos y Corea del Sur se enfrentarán a una situación terrible y pagarán el precio más horrible en la historia”, agregó.
En marzo de 2010, un submarino norcoreano torpedeó un buque surcoreano matando a 46 tripulantes, de los que 16 estaban en su servicio militar obligatorio.
En noviembre de ese mismo año, Pyongyang bombardeó una isla fronteriza surcoreana y mató a dos jóvenes marines.
El aislado país comunista, dotado con capacidad nuclear, ha realizado este año una serie récord de pruebas armamentísticas y, según Seúl y Washington, prepara un nuevo ensayo nuclear, que sería el primero desde 2017.
De su parte, Estados Unidos y Corea del Sur intensificaron sus maniobras militares en la zona, a las que se suma a veces Japón.
Los ejercicios aéreos actuales estuvieron precedidos por 12 días de ejercicios navales anfibios.
Fuente: AFP