El ejército de Corea del Sur aseguró que la vecina Corea del Norte construyó por sus propios medios la mayor parte del cohete que puso su primer satélite en el espacio el mes pasado, violando así las restricciones de Naciones Unidas.
Tras analizar los restos de la primera fase del cohete, recuperados de aguas surcoreanas del Mar Amarillo (Mar Occidental) las semanas posteriores al lanzamiento del pasado 12 de diciembre, los expertos surcoreanos creen que Pyongyang probó con éxito un misil balístico intercontinental.
Éstos consideran que el proyectil norcoreano es capaz de volar hasta 10.000 kilómetros, lo que supone una mejora en las capacidades de defensa con misiles del régimen de Kim Jong-un.
Corea del Sur y EE.UU., que mantienen la teoría de que el proyecto espacial norcoreano encubre un ensayo ilegal de misiles balísticos, instaron las pasadas semanas al Consejo de Seguridad de la ONU a reforzar las sanciones que ya impone a Corea del Norte por anteriores ensayos nucleares y de misiles.
Por su parte, Corea del Norte asegura que su proyecto espacial solo perseguía fines exclusivamente científicos, al haber puesto en órbita un satélite de observación.