Alemania presiona a las autoridades de la Unión Europea para que aceleren el proceso de validación de la vacuna contra la COVID-19, luego de que Reino Unido, Estados Unidos y Canadá ya han empezado a administrarla.
Berlín presiona a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y a la Unión Europea para que la vacuna de los laboratorios estadounidense Pfizer y alemán BionNTech se apruebe antes del 23 de diciembre, y no para el 29 de este mes como estaba previsto actualmente, informó el martes el diario alemán Bild, citando a fuentes cercanas al gobierno alemán.
El domingo el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, ya dio muestras de impaciencia.
“Todos los datos de BioNTech están disponibles, el Reino Unido y Estados Unidos ya han dado su aprobación. La revisión de datos y la aprobación de la AEM deberían hacerse lo antes posible”, dijo.
“Está en juego la confianza en la capacidad de la Unión Europea para actuar”, advirtió.
Otros países como Canadá, Singapur y Baréin también han comenzado sus campañas de vacunación.
La irritación en Berlín se debe en parte a que la vacuna fue desarrollada por una empresa nacional, BioNTech, y que Alemania se ve muy afectada por la segunda ola de la pandemia.
El gobierno ha decidido imponer un confinamiento parcial a la población desde el miércoles y, al menos, hasta el 10 de enero.
La AEM, con sede en Holanda, delibera sobre la emisión de autorizaciones para varias vacunas contra el covid-19. La semana pasada fue blanco de un ciberataque en el que documentos relacionados con Pfizer y BioNTech fueron pirateados.