Anita (izquierda) se suele instalar en una silla y usa un pequeño escritorio que carga desde su casa y desde hace unos días la acompaña la amiga Lisa así como algunos estudiantes de la universidad Gioberti, ubicada no muy lejos, los cuales defienden pacíficamente el acceso a la educación. (AFP / Miguel MEDINA).
Anita (izquierda) se suele instalar en una silla y usa un pequeño escritorio que carga desde su casa y desde hace unos días la acompaña la amiga Lisa así como algunos estudiantes de la universidad Gioberti, ubicada no muy lejos, los cuales defienden pacíficamente el acceso a la educación. (AFP / Miguel MEDINA).

Anita, de 12 años, se instala todos los días frente a su colegio de Turín (noroeste de Italia) para exigir su reapertura, convirtiéndose en un emblema para el movimiento de estudiantes que se rebelan contra los cierres por la pandemia de .

Desde el 6 de noviembre, fecha en que el gobierno clasificó a Piamonte, como “zona roja” por el alto nivel de contagios de coronavirus, Anita, acompañada por su madre, va todos los días a la escuela secundaria Italo Calvino, para seguir las lecciones online.

Cuando anunciaron que las escuelas iban a cerrar, pensé para mis adentros que no podría soportar un año más con el sistema de educación a distancia. Es difícil concentrarse frente a una computadora”, explicó a la AFP-TV.

La joven se suele instalar en una silla y usa un pequeño escritorio que carga desde su casa y desde hace unos días la acompaña la amiga Lisa así como algunos estudiantes de la universidad Gioberti, ubicada no muy lejos, los cuales defienden pacíficamente el acceso a la educación.

Cada mañana Anita Iacovelli llega con su silla rosada fosforescente y su mesita y se acomoda frente a su escuela y coloca un cartel para explicar su batalla: “¡Presente! La escuela con clases es nuestro derecho. Prioridad a la escuela!”.

Envuelta en su chaqueta y con guantes por el frío la chica sigue las lecciones en su computadora y usa algunos libros y cuadernos.

La ministra de Educación, Lucía Azzolina, la llamó para felicitarla por su iniciativa y fuerza de voluntad y le garantizó que las escuelas van a reabrir cuando lo permita la situación epidemialógica.

Me llamó y me felicitó porque le gustó mi batalla, me dijo que haría todo lo posible para reabrir las escuelas lo antes posible”, resumió Anita a AFP-TV.

Me hace falta todo lo relacionado con la escuela: las lecciones presenciales, mirar los ojos de los profesores y no a través de una pantalla, estar en compañía de mis compañeros, despertarme por la mañana y prepararme para ir a la escuela en lugar de quedarme en casa en pijama frente a una computadora”, confesó.

La madre de Anita, Cristiana Perrone, apoya la batalla de su hija y asegura que ha sido una iniciativa ideada por ella.

No me pidió permiso... simplemente me dijo: ‘Me voy a instalar en mi escuela’. La mañana que la región pasó a ser zona roja y le conté que las escuelas iban a cerrar (.. .) se enojó mucho”, contó.

En otras regiones de la península grupos de estudiantes han adherido a la iniciativa y siguen las clases fuera de las instalaciones.

Italia, que ha registrado la muerte de 45.000 personas desde el inicio de la pandemia, suma 1.200.000 contagiados.

Según una encuesta realizada por el sito internet , del grupo editorial Mondadori, en la que han participado 30.000 estudiantes de secundaria, el 84% de los entrevistados percibieron como “negativas” las medidas impuestas a las regiones rojas, consideradas de alto riesgo, entre ellas Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta, Calabria, Toscana y Campania.

Fuente: AFP