Un niño recibe la vacuna contra el coronavirus Covid-19 en una escuela en Handan, en la provincia de Hebi, en el norte de China, luego de que la ciudad comenzara a vacunar a niños de entre 3 y 11 años. (Foto de AFP)
Un niño recibe la vacuna contra el coronavirus Covid-19 en una escuela en Handan, en la provincia de Hebi, en el norte de China, luego de que la ciudad comenzara a vacunar a niños de entre 3 y 11 años. (Foto de AFP)

Las autoridades de Shanghái defendieron el lunes la polémica medida de separar los niños con COVID-19 de sus padres, una iniciativa que busca frenar los contagios en la metrópolis confinada de 25 millones de habitantes.

La capital económica china es actualmente el epicentro del peor brote de coronavirus en China desde principios de 2020, debido a la variante ómicron. La gran mayoría de sus habitantes están confinados.

En China, cualquier persona que dé positivo, aunque sea asintomática o tenga una infección leve, tiene que estar aislada de las personas no contagiadas. Las autoridades de Shanghái confirmaron el lunes que la medida también se aplica a los menores, incluso si son bebés.

Este dispositivo ha causado ansiedad y estupor entre las familias de la metrópolis.

“Si el niño tiene menos de siete años, estos niños recibirán tratamiento en un centro público de salud”, dijo Wu Qianyu, una responsable de los servicios de salud municipales.

“Para los niños mayores o los adolescentes (...) los estamos aislando principalmente en lugares (de cuarentena) centralizados”, añadió.

La funcionaria explicó que “si uno de los padres está infectado, podrá acompañar al niño y cuidarlo” en un lugar especial “donde serán tratados”.

En las redes sociales, varias familias han mostrado su indignación por esta medida.

“¿Los padres tienen ahora que ‘cumplir las condiciones’ (estar contagiado) para acompañar a sus hijos? ¡Es absurdo! Es un derecho elemental”, decía un usuario en la red social Weibo.

“Los servicios de salud de Shanghái son inhumanos”, criticaba otro.

Varios videos no verificados circulan estos días mostrando niños pequeños y bebés sin acompañantes en centros de salud públicos.

El descontento crece en Shanghái ante la incapacidad de las autoridades a frenar el número creciente de contagios de COVID-19.

El ministerio de Salud anunció el lunes más de 9.000 nuevos casos en la ciudad, 95% de ellos asintomáticos. El ayuntamiento está efectuando pruebas de detección a toda la población.

La mayoría de los habitantes de la metrópolis están confinados y muchos se quejan de los problemas para conseguir alimentos frescos o acceder a hospitales.

Fuente: AFP

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