Soldados de Estados Unidos patrullan por los campos petrolíferos de Suwaydiyah, en la provincia de Hasakah, al noreste de Siria, el 13 de febrero de 2021. (Foto de Delil SOULEIMAN / AFP).
Soldados de Estados Unidos patrullan por los campos petrolíferos de Suwaydiyah, en la provincia de Hasakah, al noreste de Siria, el 13 de febrero de 2021. (Foto de Delil SOULEIMAN / AFP).

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ordenó este miércoles la vacunación obligatoria inmediata contra el nuevo de todos los soldados del país.

En una circular enviada a los responsables de todos los departamentos castrenses, Austin pidió que se inmunice a todos los efectivos, tanto aquellos que estén en servicio activo como los que estén en la reserva, que no se hayan vacunado aún.

En una rueda de prensa en el Pentágono, su portavoz, John Kirby, explicó que se administrarán aquellas vacunas que hayan sido completamente aprobadas por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en inglés).

Hasta ahora el único suero que ha recibido la aprobación completa de la FDA es el de la farmacéutica Pfizer. Las otras dos vacunas que se están administrando en el país, la de Moderna y la de Johnson & Johnson, solo tienen autorización para uso de emergencia.

Preguntado sobre la posibilidad de que haya soldados reacios a vacunarse, Kirby recordó que esta es “una orden legal”.

Y anticipamos que nuestras tropas van a seguir las órdenes legales. Cuando alzas tu mano derecha y haces el juramento, es lo que acuerdas hacer”, apuntó.

No obstante, el portavoz agregó que los comandantes tienen “muchas herramientas disponibles” para hacer que la tasa de vacunación aumente y hacer que los soldados adopten “la decisión correcta sin tener que recurrir a medidas disciplinarias”.

El pasado 9 de agosto, el Pentágono anunció que iba a ordenar a todos los militares en activo vacunarse contra la covid-19 a partir de septiembre.

Los casos y las hospitalizaciones se han multiplicado en el últimos mes en Estados Unidos por la propagación de la variante delta.

Ante esta situación, la Casa Blanca anunció a finales de julio que obligará a los más de 4 millones de trabajadores del Gobierno estadounidense a mostrar una prueba de vacunación si no quieren someterse a un test de forma regular.

Pese a que ya es muy tarde para algunos, la agresividad de la variante delta ha hecho que muchos corran a vacunarse en las últimas semanas, apuntó el martes el coordinador de la respuesta de la Casa Blanca para la covid-19, Jeff Zients.

En concreto, según Zients, el ritmo de inoculaciones se ha incrementado un 70 % desde mediados de julio.

De media, unos 450.000 estadounidenses están recibiendo su primera dosis cada día, un notable incremento respecto a los 260.000 del mes anterior.

Fuente: EFE

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