Foto: Instagram
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Una doctora , identificada como Taylor Poynter, arriesga su vida al luchar contra el nuevo , , en la sala de emergencias de un hospital de la ciudad de Joliet, Illinois, en .

Pese a su avanzado estado de gestación, la futura madre se mantiene firme en su decisión de ayudar en estos momentos difíciles por la enfermedad respiratoria.

Con 34 semanas de embarazo, mujer trabaja arduamente para atender a los pacientes infectados con COVID-19 que llegan a dicho centro médico y documenta la evolución de su gestación en su cuenta de Instagram.

“Las mamás embarazadas en primera línea publican fotos para celebrar su embarazo de la única manera que podemos en este momento”, escribió la doctora que espera a su bebé en junio.

“No publicamos fotos de nosotros mismos para alardear de trabajar durante el embarazo. No publicamos para estar orgullosos. Publicamos para recordar nuestro embarazo, nuestra experiencia, nuestro tiempo con nuestros pequeños. Publicamos estas fotos para encontrar la risa en el caos, para celebrar en medio de la ansiedad y el miedo”, añadió.

Taylor Poynter acepta que debería estar preparándose para el labor de parto, pero sabe que tiene una enorme responsabilidad que pudo haber evitado, pero que no lo hizo.

“Bebé P y yo estamos aquí por ustedes, ustedes quédense en casa por nosotros”, indicó en otra publicación.

En redes sociales, la embarazada ha recibido ataques por diferentes personas que le piden que regresa a casa, pero ella se defiende.

“Cualquier persona que haya sentido la necesidad de juzgar a las madres embarazadas que trabajan en primera línea, piense antes de hablar. Algunas de nosotros somos la principal fuente de ingresos, no podemos quedarnos en casa. A algunas mujeres se les dice que no se les permite trabajar debido al embarazo, y luego se les dice que no pueden usar su tiempo libre remunerado”, escribió.