Imagen de la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19. (Foto: JOEL SAGET / AFP).
Imagen de la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19. (Foto: JOEL SAGET / AFP).

La vacuna contra el de AstraZeneca, cuya aplicación fue suspendida temporalmente en varios países debido a sospechas de efectos secundarios en forma de trombosis y coágulos sanguíneos, sigue siendo la más utilizada en el mundo, según una base de datos de la AFP, que utiliza fuentes oficiales.

El pasado 18 de marzo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) emitió una opinión favorable a la vacuna de AstraZeneca al considerarla “segura y eficaz”. Tras ello, la mayoría de los países europeos que habían suspendido su utilización reanudaron sus campañas desde el día siguiente. Incluso, en España se elevó la edad máxima para recibir esta vacuna de 55 a 65 años.

Fuera de Europa, los países que habían suspendido temporalmente las inyecciones de AstraZeneca las reanudaron tras la opinión favorable de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 19 de marzo. La OMS considera que los beneficios de la vacuna superan a sus riesgos.

Pese a las críticas y a las dificultades de suministro, además de los temores en materia de seguridad, la vacuna AstraZeneca/Oxford es hoy administrada en casi centenar de países o territorios, exactamente 92, según , mientras que la vacuna de Pfizer se aplica en 80 naciones y la de Moderna en 34.

The New York Times muestra en qué país se aplica cada vacuna contra el COVID-19. (Captura: nytimes.com)
The New York Times muestra en qué país se aplica cada vacuna contra el COVID-19. (Captura: nytimes.com)

Actualmente, en el mundo se han administrado 6,9 de dosis de la vacuna contra el coronavirus por cada 100 personas (unos 526′800.257). Esta vacuna, barata, es utilizada tanto en países ricos (Reino Unido, Unión Europea) como en países pobres.

Ello se explica por el hecho de que AstraZeneca es el principal suministrador del sistema COVAX de entrega de vacunas contra el COVID-19 a los países más pobres. La vacuna es también utilizada en India.

¿Qué pasa en Estados Unidos?

Estados Unidos era uno de los mayores defensores de la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca, pero una serie de errores de la empresa han mermado la confianza de las autoridades estadounidenses y han retrasado su aplicación en el país más afectado del mundo.

El lunes, AstraZeneca dio a conocer los resultados de un ensayo llevado a cabo en Estados Unidos, Perú y Chile que mostraba una eficacia del 79% en la prevención del COVID-19 sintomático, y del 100% en la prevención de las hospitalizaciones y la muerte.

Luego vino la declaración del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés), que dijo que una junta independiente encargada de supervisar el ensayo “estaba preocupada” por el hecho de que AstraZenecapudiera haber incluido información obsoleta de ese ensayo”, sesgando las cifras.

Los expertos interpretaron que Estados Unidos quería que AstraZeneca actualice su análisis, algo que la empresa prometió hacerlo en un plazo de “48 horas”.

Mediante un comunicado el miércoles por la noche, la farmacéutica dijo que su vacuna es eficaz en un 76% contra las formas sintomáticas de la enfermedad tras actualizar los datos de un ensayo clínico realizado en Estados Unidos, Perú y Chile.

Los resultados del “análisis primario de los ensayos de fase III [de la vacuna] en Estados Unidos confirmaron que (su) eficacia era coherente” con los datos anunciados el lunes, afirmó AstraZeneca en su nota.

Sin embargo, hay más errores que han mermado esta confianza. Entre ellas se identifican la falta de comunicación y transparencia en el desarrollo de su preparado en el país norteamericano.

Con información de AFP.

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